La lucha contra el cambio climático es para Endesa uno de los principales desafíos ambientales. Para ello se trabaja en dos vectores de actuación: mitigación y adaptación. Este reto está integrado en la gestión estratégica de la compañía y en el marco del Plan de Endesa de Sostenibilidad 2016-2020, que incluye un conjunto de objetivos y acciones dirigidas a promover la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero durante el proceso de generación y distribución de electricidad, con el fin de minimizar su huella de carbono y lograr alcanzar un modelo de generación y distribución más sostenible.
El Plan de Endesa de Sostenibilidad 2016-2020 establece un conjunto de líneas de actuación orientadas a promover la lucha contra el cambio climático, destacando la electrificación de la demanda como vía para la reducción de las emisiones y la eficiencia en el consumo energético.
Centrándonos en los dos vectores de actuación frente al cambio climático antes mencionados, en el ámbito de la mitigación, Endesa tiene una alta responsabilidad en la transición hacia una economía baja en carbono.
Por ello, apuesta firmemente por la inversión en energías renovables y de bajas emisiones de CO2 y la paulatina reducción del peso de la tecnología más emisora en el mix energético, con el fin de garantizar un suministro de calidad durante la transición hacia un modelo energético libre de emisiones y promocionando la electricidad como vector energético de la sociedad, por ser ésta la forma de energía más sostenible.
La estrategia de la compañía está orientada a ser líderes en eficiencia energética y promotores del consumo responsable, así como a impulsar la electrificación de la demanda al tratarse de la fuente de energía más sostenible por no producir emisiones en el momento de su consumo. En este sentido, Endesa mantiene un claro compromiso con el desarrollo de la movilidad sostenible y especialmente en relación al vehículo eléctrico, participando en varias iniciativas centradas en el impulso de la implantación de vehículos eléctricos en un entorno urbano.
También promueve la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero entre sus clientes (hogares, pequeños negocios y medianas y grandes empresas). Para ello, comercializa un conjunto de productos y servicios en el ámbito de la eficiencia energética, las renovables y la digitalización que suponen reducción de emisiones, ahorro económico y mejoras de eficiencia operativa y/o energética. Este ámbito de actuación constituye otra de las prioridades estratégicas recogidas en el PES 2016-2020.
En el ámbito de la adaptación, Endesa siempre ha presentado una actitud proactiva. Desde comienzos del 2011, comenzó a trabajar hacia una estrategia de adaptación al cambio climático, desarrollando un estudio interno de la vulnerabilidad de sus instalaciones frente al cambio climático, que se publicó finalmente en el año 2013, año en que fue elegida por la Oficina Española de Cambio Climático como empresa representante del sector energético español para desarrollar su estrategia de cambio climático.
La Oficina Española de Cambio Climático
Desde el comienzo de su actividad, la Oficina Española Cambio Climático (OECC) y Endesa han mantenido una activa colaboración dada la estrecha relación estratégica de la energía y el cambio climático en la UE. Dicha colaboración se ha desarrollado tanto en el ámbito de la mitigación como de la adaptación al cambio climático. En el primero de los ámbitos comentados, la OECC siempre ha sido un referente informativo y divulgativo, aspecto importante en el desarrollo estratégico de Endesa en materia de mitigación del cambio climático (acuerdos internacionales, comercio de emisiones y mecanismos de flexibilidad, etc.).
En 2015, Endesa inscribió su Huella de Carbono en el Registro de Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono de la OECC. El objetivo de este registro es contribuir a la reducción a nivel nacional de las emisiones de gases de efecto invernadero, incrementar las absorciones por los sumideros de carbono en el territorio nacional y facilitar, de esta manera, el cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos por España en materia de cambio climático.
Tras la inclusión de la Huella de Carbono de la compañía en este registro, le ha sido otorgado el sello nacional de cálculo de Huella de Carbono del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, reconociendo a Endesa como una empresa comprometida con la transición a una economía baja en carbono. En el ámbito de la adaptación al cambio climático, Endesa ha participado con la Oficina Española de Cambio Climático, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, como representante del sector energético para la primera y segunda fases de la Iniciativa Adapta.
Esta iniciativa tiene por objeto extender el desarrollo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático al sector privado, acercando la adaptación a la planificación estratégica empresarial. Para ello, se eligieron compañías representantes de cinco sectores clave de la economía española (energía, turismo, construcción, agricultura y transporte). Endesa fue elegida como representante del sector energético para desarrollar el estudio de vulnerabilidad al cambio climático de sus instalaciones, dada su experiencia pasada al respecto.
Dicho estudio se centra en una serie de centrales hidráulicas de la cuenca del Guadalquivir, para medir cómo podría afectar el aumento de los eventos extremos, derivados del cambio climático, en los próximos 100 años. El análisis de vulnerabilidad contempla cuatro escenarios con distintas proyecciones climáticas de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Se ha estudiado la afección que pueden llegar a sufrir las centrales como consecuencia de la evolución del clima en sus cuencas hidrográficas en un periodo de 100 años (variación de la temperatura, volumen de precipitaciones, olas de calor, así como la previsión de heladas en el funcionamiento de estas instalaciones). Esto ha permitido perfilar un mapa de riesgos de impactos climáticos y valorar la capacidad de adaptación en las centrales al nuevo escenario.
A finales de 2014, al finalizar la primera fase de la iniciativa Adapta, tuvo lugar la publicación del informe ‘Integración de la Adaptación al Cambio Climático en la Estrategia Empresarial’. Se trata de una guía metodológica dirigida al sector privado que establece las bases para la evaluación de los impactos y la vulnerabilidad asociadas a los riesgos climáticos a los que pueden estar sometidos las empresas. Durante ese mismo año, comenzó la segunda fase de la iniciativa Adapta de la que seguimos siendo partícipes, y cuyo objetivo es identificar y desarrollar una metodología de cuantificación de las medidas de adaptación, para cada uno de los sectores económicos.
Proyecto Resccue
Endesa forma parte del proyecto Resccue (Resiliencia para hacer frente al Cambio Climático en Áreas Urbanas), el primer gran proyecto europeo de innovación en resiliencia urbana. La iniciativa, cofinanciada por el programa Horizonte 2020 de la UE, busca mejorar la capacidad de las ciudades para prepararse, absorber y recuperarse lo antes posible de una crisis.
En concreto, el proyecto Resccue se centra en evaluar el impacto de los fenómenos derivados del cambio climático en el funcionamiento de los servicios esenciales de las ciudades como el agua o la energía, y en proporcionar modelos y herramientas prácticos e innovadores que permitan mejorar la resiliencia de las urbes ante escenarios climáticos actuales y futuros.
Resccue cuenta con un presupuesto de ocho millones de euros y se desarrollará durante 48 meses en torno a tres casos de estudio en Barcelona, Lisboa y Bristol.
Endesa trabajará en el caso de estudio de Barcelona, en el que se analizarán los riesgos asociados a inundaciones, sequías, olas de calor o un eventual aumento del nivel del mar en los servicios urbanos como el suministro de agua, la energía, el transporte, las telecomunicaciones y el tratamiento de residuos de la ciudad condal. Para ello, se analizarán las interdependencias existentes entre esos servicios esenciales. El papel de la compañía se centrará en cuantificar el impacto del cambio climático sobre la capacidad de recuperación del suministro eléctrico y su interacción con el ciclo del agua. El proyecto permitirá, así, analizar las mejoras que las redes inteligentes y, en concreto, las microredes (sistemas a pequeña escala que combinan generación, almacenamiento y distribución eléctrica), pueden aportar a la resiliencia de las ciudades.
Resccue combinará los esfuerzos de 18 socios de cinco países, liderados por Aquatec (Suez Water Advanced Solutions), entre los que se encuentran los tres ayuntamientos de las ciudades que serán objeto de estudio; la agencia de las Naciones Unidas UN-Habitat; grandes empresas de servicios urbanos como Endesa, EDP, Aguas de Portugal, y Suez Advanced Solution UK; centros de investigación (Cetaqua, FIC, LNEC e IREC); universidades (Exeter y EIVP); y las pymes Opticits, Hidra y UrbanDNA.