Después de dos años de caída, las exportaciones de bienes de América Latina se contrajeron a tasas anualizadas de 14,8% en 2015 y de 8,5%, en los primeros siete meses de 2016, según el nuevo informe Monitor de Comercio e Integración 2016 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Así mismo, las exportaciones de servicios, que en años anteriores habían logrado compensar en parte la caída de las ventas externas de mercancías, se redujeron por primera vez desde la crisis financiera de 2009 en 2,4% en 2015.

El reporte indica que la contracción de las exportaciones de América Latina y el Caribe, más marcada que la del comercio global, es resultado de la fuerte caída de los precios, principalmente de los productos básicos y del petróleo, y de la más severa recesión regional de las últimas décadas.

La contracción del valor de las exportaciones de la región en 2015 se deriva de reducciones en las ventas externas de prácticamente todos los países y subregiones, aunque en diferentes intensidades. Los países sudamericanos y del Caribe fueron los más afectados, registrando una contracción de 22,8% en ambos casos. La tasa para el conjunto de Mesoamérica fue de -4,2%, resultado de una reducción de 5% en Centroamérica y de 4,1% en México.

“La intensidad y la duración de la recaída señalan que el comercio global está entrando en una nueva normalidad de bajo crecimiento, lo cual requiere a su vez un cambio de marcha en las políticas de apoyo a la inserción internacional por parte de los países de la región”, señaló Paolo Giordano, Economista Principal del Sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del informe.

El informe analiza cómo el deterioro en los términos de intercambio y las fluctuaciones del ya débil crecimiento de las cantidades exportadas han reducido el valor de las exportaciones regionales y generado déficits en la cuenta corriente de la balanza de pagos en la mayoría de los países. Igualmente, analiza las perspectivas comerciales de la región en el corto y el largo plazo, considerando el impacto de las realineaciones cambiarias y las transformaciones estructurales del comercio ocurridas en las últimas dos décadas.

El análisis de largo plazo revela que el desempeño comercial de América Latina se ha visto afectado por la creciente especialización en productos básicos y derivados. En el corto plazo, el escenario cambiario actual no favorece el crecimiento de las exportaciones intrarregionales, más intensivas en manufacturas, y por lo tanto, el camino hacia la diversificación de las exportaciones.