Esa falta de concienciación de las pymes españolas se debe, en general, a un desconocimiento del propio consumo, así como a las limitaciones para la inversión en instalaciones y equipos que mejoren la eficiencia energética.

Según el ‘Informe Endesa sobre el Comportamiento Energético de las Empresa Españolas 2016’, una de las principales medidas para mejorar el comportamiento energético es el ajuste y optimización de la potencia contratada, que podría llevar a las empresas a ahorrar una media de 800 euros al año, cifra que se eleva a más 2.000 euros para el 20% de los casos.

A estas cifras, se podría sumar en algunos casos el control de la energía reactiva, que generan los tubos de algunos motores o fluorescentes y que está penalizada por el sistema eléctrico. Esta energía reactiva se evita con la instalación de baterías condensadoras que permitirían ahorrar una media de 400 euros al año. El estudio de Endesa desvela, además, que el 78% de las empresas no disponen de equipos que compensen esa energía.

En cuanto a la iluminación eficiente, la sustitución de luminarias antiguas por otras con tecnología LED supondría un ahorro de 1.200 euros al año de promedio a las pymes y en un 46% de los casos analizados, se recuperaba la inversión en menos de cuatro años.

Además, un 68% de las empresas analizadas, no tiene un control sobre los consumos denominados fantasmas, esa energía que se consume sin necesidad como las pantallas de ordenadores encendidas sin actividad, el aire acondicionado activado cuando no es necesario, o la iluminación en garajes de noche sin presencia de coches. Si las empresas españolas aplicaran medidas de control en este sentido, podrían ahorrar 1.400 euros al año.

Reducir el consumo energético

Aplicando todas las medidas anteriores, las empresas españolas podrían reducir en un 20% su consumo energético. Un 26% de las empresas analizadas por Endesa presentaban un potencial de ahorro incluso superior. Hay que tener en cuenta que las medidas se complementan, pero los ahorros no se pueden sumar íntegramente, ya que algunas mejoras llevan implícita la corrección de otras. Por ejemplo, cambiando la luminaria o los motores de climatización por otros más eficientes no sólo se reduce el consumo, sino que también podemos rebajar la potencia contratada.

Por sectores, el industrial es el que más podría ahorrar si implementara medidas de eficiencia energética, una media de mínimo 2.400 euros año. El sector agrario le sigue con ahorros por encima de los 2.100 euros al año y el terciario con ahorros como mínimo de 2.000 euros al año.

Las empresas que aplican medidas de eficiencia energética reducen sus emisiones hasta en un 26%, como es el caso del sector terciario, un 20% en el industrial y un 15% en el agrario.