Con las Navidades a la vuelta de la esquina, y los más de 13 millones de desplazamientos por carretera que espera la DGT para estas fechas, es el momento clave para recordar los puntos cruciales a revisar en el vehículo antes de ponerse al volante. Sobre todo durante el periodo de invierno, a causa de las bajas temperaturas, el coche sufre en mayor medida.
Asegurar el buen estado del vehículo y la seguridad de los pasajeros es el objetivo de HTMBoxes, centro del bricolaje del automóvil, por lo que señalan cuatro consejos imprescindibles.
Revisar la batería
Casi un 25% de las averías de invierno son causadas por fallo en las baterías. Las bajas temperaturas provocan un desgaste muy rápido de las mismas y las descargan (su temperatura óptima de funcionamiento es de 20-25ºC). Por ello, conviene no olvidarse las pinzas, que son imprescindibles todo el año, pero con más motivo en invierno.
Además, antes de realizar el viaje es crucial comprobar que el nivel de carga de la batería es el adecuado. Se recomienda también revisar los bornes y limpiarlos con agua muy caliente, y una vez limpios aplicarles una grasa especial para evitar que se forme sulfato sobre ellos.
Ruedas en invierno: 3mm de profundidad
La primera recomendación si el usuario del vehículo vive o va a viajar a una zona donde en invierno son frecuentas las temperaturas por debajo de los 7ºC o la nieve, es cambiar los neumáticos por unos de invierno, con los que aumenta la seguridad del vehículo. En el caso de no cambiarlos, es primordial comprobar el estado de los neumáticos actuales, ya que se trata de uno de los defectos más frecuentes.
Según la DGT, más de un millón de vehículos (5%) circulan con defectos graves en las ruedas. Por un lado, es necesario prestar atención a la profundidad del dibujo (en condiciones normales debe ser mayor de 1,6 mm), pero para circular en invierno no debería ser inferior a 3 mm. Del mismo modo, hay que comprobar el desgaste de la banda de rodadura (que sea homogéneo), presencia de deformaciones, etc.
Además, es importante ajustar la presión de todas las ruedas, incluida la de repuesto. Según apuntan desde HTMBoxes, la presión de los neumáticos desciende con las bajadas de temperatura, con lo que es clave tenerlas a punto antes de comenzar el viaje. Por otro lado, si los neumáticos tienen más de 4-5 años, el consejo es que los sustituyas.
Objetivo visibilidad: revisar luces y faros
En invierno hay menos horas de luz y durante el día el sol es menos intenso, lo cual reduce la visión de los conductores. Por ello, es clave encender y revisar todos los sistemas de iluminación y señalización para comprobar que funcionan correctamente y no hay ninguna bombilla fundida. Recordemos que según el reglamento, ya no es obligatorio llevar bombillas de recambio. Pero si se nos fundiera una durante el trayecto podemos ser multados, por lo que es aconsejable contar con ellas.
Asimismo, se recomienda comprobar que los faros estén bien regulados. Para ello, se aparca el coche frente a una pared vertical y se comprueba su correcta orientación, de manera que iluminen correctamente la calzada y no estén demasiado altos para evitar deslumbramientos al tráfico en sentido contrario.
Para mejorar la visibilidad a la hora de circular, se recomienda hacerlo con las luces de cruce encendidas de forma permanente, o con las luces de marcha diurna si el vehículo dispone de ellas.
Líquidos: aceite y anticongelante
Es muy importante revisar los niveles de aceite del coche. Si se viaja a una zona fría y se ha pensado en cambiarlo previamente, lo mejor es optar por uno de viscosidad baja (5W-40) que mejora la resistencia del motor en condiciones térmicas bajas.
Revisar el líquido anticongelante también es fundamental, ya que es el que mantiene el motor en una temperatura óptima (en torno a 90 grados). Se aconseja utilizar aquel que tenga el rango UNE más alto.
Dentro del compartimiento del motor, se recomiendan también ajustar los niveles de líquido de dirección y limpiaparabrisas. En el caso de este último, es importante rellenar el depósito con detergente y añadirle unas gotas de alcohol, que disminuyen el punto de congelación del agua.