REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA – 5º de abono
La risa es la mejor medicina
Dirección: Pablo González
Obras de Stravinski, Schumann y Beethoven
Elocuente sobrenombre el del presente concierto de abono de la ROSS, confiado en un principio al japonés Junichi Hirokami, sustituido por el joven y competente director ovetense Pablo González, músico de brillante y densa trayectoria profesional: London Symphony Orchestra, Bournemouth Symphony Orchestra, Orquesta Ciudad de Granada, Orquesta Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya…
En el programa, la “personalísima visión de la música de Pergolesi” y algunos contemporáneos suyos realizada por Stravinski (junto con Schoenberg, el músico más influyente de principios del siglo XX), en su obra más neoclásica, Pulcinella, que rescata a los personajes de la Commedia dell’arte italiana.
A continuación, la que puede considerarse como obra central del programa, de infrecuente audición en las salas de conciertos: las virtuosísticas Concerstück en Fa mayor Op.86 de Shumann, compuestas para cuatro trompas (solistas de la ROSS), con su brioso final, lo que nos recuerda que no es menester buscar fuera el talento.
El programa se cerraba con la Octava Sinfonía en Fa mayor Op.86 de Beethoven, en la que destaca el allegretto, según Berlioz, “una de las piezas que no tiene ejemplo de comparación”. Pese al entusiasmo del músico francés, la Octava es conocida como “Pequeña sinfonía”, a pesar de la facundia del citado, corto allegretto y de la gracia clásica del minueto, a lo que se suma el tema cantado por los primeros violines al principio del allegro vivace final, síntesis de una grata y enriquecedora velada.
Lástima que el público sevillano, la burguesía acomodaticia -y ello es algo más que una impresión personal- hayan dado la espalda al Teatro de la Maestranza, a la excelente Sinfónica sevillana y a la música llamada ‘clásica’, tal vez porque su estrechez intelectual sólo valore los grandes nombres del circuito, para lo cual no se requiere un conocimiento especial (recordemos los fastos del 92, invadidos de políticos y demás afines, ‘mendigando’ entradas. ¿Dónde están ahora? ¿Dónde está la formación desde la escuela?, no digamos en la familia. Esas cadenas ruinosas para las arcas públicas, que dedican horas y horas a difundir bazofia, ‘tipismo’ de la peor ralea, publicidad política, ¿cuál es el déficit que acumula tanta cochambre?) Aunque, bien pensado, tal vez haya una explicación más sencilla: la música está considerada por algunos como una afición de derechas…
MFR