La economía española crecerá en el último trimestre del año casi un 4%, lo que permitirá que el producto interior bruto (PIB) supere por vez primera el billón de euros, un año antes de la previsión que tenía el Gobierno para alcanzar este récord. Con este bonanza económica, «donde los datos positivos van a más y los negativos (déficit exterior e inflación) van a menos», el vicepresidente económico Pedro Solbes defendió ante el Pleno del Senado los Presupuestos del Estado para 2007 que, según reconoció, corren el riesgo de sufrir «muchos cambios» antes de volver al Congreso según la postura que asuma CiU que, de momento, este lunes permitió con su abstención que fueran rechazados sendos vetos presentados por PP y Eusko Alkartasuna.

En su intervención, poco dado a dar noticias -como es norma habitual en él-, el ministro de Economía y Hacienda se limitó a decir a que el avance del PIB entre octubre y diciembre sería «algo superior» al del trimestre anterior (un 3,8% frente al 3,4% estimado por el Ejecutivo para todo el ejercicio, dato que «se quedará corto»), si bien fuentes gubernamentales confirmaron después que esa mejora podría ser de dos décimas. En un entorno «favorable», valoró también que la economía haya sido «suficientemente flexible para acomodarse a las tensiones inflacionistas de carácter transitorio, sin permitir que se conviertan en permanentes».

Salvado, por ahora, el riesgo de nuevas crisis de precios (el dato adelantado de la inflación la situaba en el 2,7% en noviembre), Solbes se mostró algo preocupado por los «retos importantes» que aún tiene pendientes el mercado de trabajo pues, en su opinión, soporta «rigideces en algunas áreas y ciertos excesos en materia de contratación laboral». Sobre este último punto, dijo que «ya se empiezan a percibir» los efectos de la reforma laboral que entró en vigor el pasado 1 de julio, si bien «aún queda mucho por hacer».

Desde el PP, por su parte, se criticó que el Gobierno no aproveche los Presupuestos de 2007 para terminar con «la economía del ladrillo», dentro de un modelo de crecimiento «agotado» que depende «en exceso» del tirón del consumo interno. El portavoz de los populares , Juan Pablo Sánchez, emplazó también al vicepresidente a adoptar «medidas de calado» frente al elevado endeudamiento de las familias, así como a elevar el superávit del Estado desde el 0,7% previsto hasta el 3% del PIB. Frente a esta última petición, los socialistas le contestaron que, de aprobarse todas sus enmiendas al texto, dicho saldo positivo se reduciría hasta el 0,1%.