Francisco Martín BáñezNuestro amigo Juan está muy contento. Su hija se va a casar en dos años y le ha prometido pagar la celebración. Ha pensado en retirar el dinero de su cuenta y ponerlo en otro producto que no pueda tocar hasta la boda. En este caso ha considerado de su banco de Internet las siguientes propuestas:

a) Un fondo de inversión en materias primas, con inversiones en oro y una rentabilidad neta anual del 7%, después de unas fluctuaciones elevadas en los últimos dos años.

b) Un depósito a plazo fijo de dos años con un interés del 1,5% anual.

c) Un producto de seguro a interés garantizado del 2,5% anual y una comisión de entrada del 5% del capital a invertir.

¿Qué le recomendaríamos?

1. Fondo de inversión;

2. Depósito a plazo fijo;

3. Producto de seguro;

4. No lo sé.

Es uno de los escenarios planteados a una muestra de 1.000 personas de 10 países de Europa. Las respuestas las encontraremos en el Allianz International Pension Papers 1/2017, un informe que evalúa conocimientos financieros básicos y conocimientos del riesgo en la toma de decisiones financieras.

Te invito unos segundos a observar la imagen adjunta: la barra azul mide el porcentaje de conocimiento en aspectos financieros básicos (interés compuesto, inflación y diversificación); la barra roja conocimientos sobre el riesgo financiero (valor esperado y relación entre riesgo y rendimiento).

Juan Francisco martin _Página_1Tomando como ejemplo España, el resultado es el siguiente: un 46% desconoce conceptos básicos como inflación, capital compuesto y diversificación. Si nos vamos al concepto del riesgo, la cifra casi se duplica, un 86% necesitaría mejorar en este campo.

¡Es nuestra realidad! En breve, haremos una década bajo el paraguas de una de las mayores crisis financieras, tenemos unos tipos de interés que provocan merma de riqueza patrimonial si no buscamos valor, y nuestra educación financiera no mejora.

Hemos de tomar conciencia de nuestra experiencia en la toma de decisiones pasadas para ser más coherentes en las decisiones futuras. Un mayor conocimiento nos genera una mejor elección, un mayor bienestar, no sólo individual, sino colectivo y social.

Un dato más: la generación de jóvenes entre 18 y 35 años de edad (los millennials), tienen un resultado de conocimientos inferior al de personas mayores de 50 años. Preocupante con la situación de sostenibilidad de las pensiones públicas. En la planificación financiera a largo plazo existen dos variables estratégicas: el tiempo y la capitalización compuesta. El tiempo lo tienen, conocer cómo ponerlo a trabajar a su lado generará bienestar y nivel de vida. Para una persona de 50 años, ese tiempo pasó.

¿Qué le recomendamos a nuestro amigo Juan? Estos son los resultados: “solamente un 37% de las personas respondieron correctamente. Los alemanes consiguieron el porcentaje más alto, un 47%. Por contra, lo belgas sólo llegaron al 28%. Los españoles estamos en medio”.

Lo cierto es que Juan tiene el evento en dos años y sabe dos cosas: su horizonte temporal y el capital que necesita. Ese mero acto de tener claro un objetivo financiero en un tiempo determinado es un gran paso. Optar por un fondo con fuerte volatilidad no es correcto, el riesgo de perder patrimonio es muy elevado y no dispone del tiempo que requieren estos activos financieros para madurar la inversión. Optar por el seguro con un peaje inicial del 5% elimina la rentabilidad asegurada.

Es cierto que el interés del depósito al 1,5% al año puede ser poco (en estos tiempo de hoy no lo es), pero es coherente con el horizonte temporal de la celebración de la boda. Juan estará tranquilo y seguro. Seamos coherentes.

 

Juan Francisco Martín Báñez

EFA European Financial Advisor

Asociado EFPA 12099