Son temas recurrentes. En los foros empresariales y educativos, nacionales e internacionales, a los que he podido asistir últimamente como oyente o ponente, se suele terminar haciendo referencia a dos retos de enorme calado: la revolución digital y la necesidad de la cooperación universidad-empresa.

Dejaré para futuras aportaciones mi visión sobre los necesarios cambios estructurales que nuestro sector productivo debería acometer para hacer frente a la oportunidad que representa la Industria 4.0 para centrarme en la segunda cuestión de las expuestas: la cooperación universidad-empresa o University Business Cooperation (UBP).

Sin duda, el mundo educativo y el empresarial están llamados a entenderse, a cooperar e interactuar, colaborando juntos en la capacitación y cualificación de los estudiantes, futuros profesionales, en la adquisición de las destrezas necesarias para atender los cambiantes requerimientos del mercado.

CEU Juan Carlos Hernandez BuadesEl nivel de empleabilidad, y con ello el encaje en la sociedad de los miles de alumnos que cada año terminan sus estudios y dejan las aulas universitarias para insertarse en el mercado laboral, dependerá en gran medida de que universidad y empresa aprendan a trabajar juntos de manera auténticamente eficiente. Ello resultará esencial para el desarrollo de las capacidades empresariales y laborales de los estudiantes, contribuyendo a aumentar su nivel de empleabilidad y, en suma, a propiciar un mayor bienestar y crecimiento económico.

A pesar de los indudables beneficios de dicha cooperación, y de la existencia de reconocidas experiencias de colaboración en este ámbito, las sinergias entre universidad y empresa en el campo de la educación siguen siendo aún claramente insuficientes.

Recientes informes de la Comisión Europea resaltan la necesidad de incrementar esfuerzos colaborativos entre universidad y empresa en materia educativa, con la finalidad de proporcionar a los estudiantes las capacidades demandadas por el mercado, promoviendo su cualificación y espíritu emprendedor mediante la formación y las prácticas de aprendizaje; de favorecer el intercambio de conocimientos dirigidos a estimular la investigación aplicada, el desarrollo y la innovación; y de promover proyectos conjuntos de consultoría y de emprendimiento.

En todos estos ámbitos, universidades y empresas deben actuar como conectores, generando vínculos cruciales entre el mundo del trabajo, el educativo y la sociedad.

Esta necesidad forma parte de la estrategia de la Unión Europea para el decenio (Horizonte 2020), que busca una relación más eficiente entre las organizaciones empresariales y las instituciones de educación superior para incrementar el empleo, la productividad y, a la postre, la cohesión social. El desarrollo de políticas de fomento de la cooperación universidad-empresa es concebido como un aspecto esencial para el desarrollo de la sociedad europea del conocimiento, el impulso de la innovación y la promoción de empleo inteligente y productivo.

En conclusión, resulta patente la importancia de fomentar las políticas de cooperación universidad-empresa, existiendo aún para ello un gran margen de mejora, no sólo en España, sino en todo el Espacio Europeo de Educación Superior.

En futuras aportaciones profundizaremos en las dificultades tradicionales y actuales de la cooperación universidad-empresa (II), y haremos referencia a los diferentes modelos de colaboración existentes en el Espacio Europeo de Educación Superior (III).

 

Juan Carlos Hernández Buades

Director General de CEU Andalucía

Presidente de la European Quality Assurance Forum y Consejero de EURASHE