Los números de la coyuntura macroeconómica española siguen dando buenas noticias. El producto interior bruto (PIB) creció un 3,8 por ciento en el tercer trimestre del año, una décima más que en los tres meses precedentes, la tasa más alta desde finales de 2001, cuando subió una décima más, según los datos de la contabilidad nacional difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta misma cifra coincide con la que anunció el martes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para el próximo 2007.

Estadística también aportó otro dato de gran relevancia. El empleo aumentó un 3 por ciento en España entre julio, agosto y septiembre, lo que equivale a la creación neta en un año de 538.000 puestos de trabajo a tiempo completo.

El ministro de Economía y vicepresidente, Pedro Solbes, puso de relieve ayer los aspectos más notables del crecimiento económico con una mejora del sector exterior y una inversión más productiva, la que se destina a bienes de equipo. Para Solbes, el dato sobre crecimiento es «muy positivo» porque muestra la «robustez» de la economía española, que sigue creciendo más que las del resto de la zona euro, elevando su diferencial con ellas en 1,2 puntos porcentuales.

El Gobierno también hizo nuevas previsiones. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, anunció que el crecimiento español en el cuarto trimestre de este año será mejor, ya que subirá hasta el 3,9 por ciento, mientras que el IPC se situará a mediados del próximo año en el 2 por ciento, objetivo marcado por el Banco Central Europeo (BCE), «siempre que las condiciones en el mercado del crudo lo permitan».

David Vegara dijo que existe la posibilidad de que la inflación presente niveles «significativamente inferiores» a mitad del próximo año, hasta situarse en el 2 por ciento, desde el 2,5 que marcó en octubre.