Con cerca del 50% de la información disponible para el primer trimestre del año, el modelo MICA-BBVA estima que el avance trimestral del PIB podría situarse en el 0,8%, cifra ligeramente superior a las registradas durante el segundo semestre de 2016 (0,7%).

De confirmarse esta previsión, supondría un ligero sesgo al alza sobre el crecimiento para 2017 contemplado en el escenario de BBVA (2,7%). No obstante, se mantienen las expectativas de desaceleración de la actividad respecto a 2016 (en torno a 0,5 pp).

De cara al primer trimestre del año, la información disponible sugiere una composición “algo más equilibrada de la demanda doméstica”. Las señales que se extraen de los indicadores de gasto, expectativas y mercado laboral apuntan a que el consumo privado moderará “marginalmente” su crecimiento hasta situarse nuevamente en el entorno del 0,6%.

Por su parte, los datos de ejecución presupuestaria indican que, tras la caída observada al cierre de 2016, el gasto en consumo público volvería a crecer en el primer trimestre del año (en torno al 0,5%). Por otro lado, se estima que el crecimiento de la inversión se mantendrá en tasas más moderadas que las registradas desde comienzos de 2014.

Respecto al empleo, el número de afiliaciones podría aumentar el 0,8% primer trimestre lo que, en todo caso, implicaría una leve desaceleración de la creación de empleo. Por su parte, el paro mantuvo su trayectoria descendente el mes pasado lo que, de continuar en marzo, daría lugar a una caída del desempleo registrado superior a la observada al cierre de 2016 (-2,6% frente al -2,3% en cuarto trimestre de 2016).

Respecto a la inflación, BBVA Research estima que el efecto base en los precios de la energía ceda gradualmente a partir de marzo y facilite la desaceleración de la inflación general. Así el año se cerrará con una inflación media anual en torno al 2,1%, y la inflación subyacente mantendrá su trayectoria gradual al alza (1,2% en promedio anual para 2017).