El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para España en 2017, elevándolo tres décimas, hasta el 2,6% frente al 2,3% que apuntaba en enero.

Según el informe ‘Perspectivas de la economía mundial’, para el próximo año, el organismo mantiene sus mismas previsiones, situando el crecimiento de nuestro país en el 2,1%.

Por su parte, las cifras de desempleo bajarán en 2017 al 17,7% y hasta el 16,6% un año después, frente a las anteriores proyecciones del 17,9% y el 17%, respectivamente.

A nivel mundial, el informe eleva las proyecciones de crecimiento mundial para 2017 a 3,5%, frente al 3,4% de la última previsión, mientras que el pronóstico para 2018 se mantiene en 3,6%. Ambas mejoras pronosticadas para 2017 y 2018 son generalizadas, aunque el crecimiento sigue siendo débil en muchas economías avanzadas y los exportadores de materias primas continúan sufriendo dificultades.

Al mismo tiempo, sin embargo, la corrección al alza para este año, apuntan desde el FMI, “sigue siendo pequeña” y las tasas de crecimiento potencial a más largo plazo siguen siendo inferiores a las registradas en las últimas décadas a nivel mundial, y especialmente en las economías avanzadas.

Además, aunque existe la posibilidad de que el crecimiento supere las expectativas a corto plazo, hay “significativos” riesgos a la baja que continúan “opacando” las perspectivas a mediano plazo y “que, de hecho, pueden haberse intensificado desde la publicación de nuestras últimas previsiones”.

Asimismo, el informe señala que un riesgo “destacable” es un giro hacia el proteccionismo que haga estallar una “guerra comercial”.

“Especialmente en el caso de las economías avanzadas, se observan varios factores que han generado respaldo político a favor de marcos de política de suma cero, capaces de socavar las relaciones comerciales internacionales y, a nivel más general, la cooperación multilateral; entre estos factores, cabe mencionar el menor crecimiento desde la recuperación de 2010-11 que siguió a la crisis financiera internacional, incluso con desaceleración del crecimiento de los ingresos medianos, y los trastornos estructurales de los mercados de trabajo”, señala.