¿Entendemos hoy día el turismo sin tecnología? Evidentemente, no. La tecnología está presente, cada vez más, en cada una de las etapas que componen el concepto de turismo. Atrás va quedando el coger los catálogos de nuestra agencia, pasar horas hojeándolos, llamar a nuestro destino e irnos hacia allí. Antes éramos partícipes de nuestro viaje, casi como meros espectadores; hoy estamos pasando a ser parte activa principal del nuevo concepto de turismo: buscamos en Internet, nos informamos, preguntamos, contratamos nosotros, y exigimos, exigimos cada vez más.

Y este nuevo concepto de turismo global, centrado en la persona, hace que se reclame cada vez en mayor medida, la accesibilidad, la accesibilidad tecnológica, que debe iniciarse en el primer paso: los portales de viaje en Internet. Porque, entre los cambios que la nueva sociedad de la información y la comunicación han traído, uno de los mayores es convertir a cientos de miles de personas mayores, con discapacidad o limitaciones en consumidores activos, gracias a las tecnologías. En clientes, antes fuera del mercado. Una persona ciega antes no podía usar un catálogo, ni un periódico, ni una revista en formato papel en la búsqueda de su ocio; hoy, Internet lo hace posible, si incorporamos la accesibilidad a las web. No como derecho, como negocio.

_MG_2357Estamos en una era donde la explosión de las nuevas tecnologías emergentes van a revolucionar, por segunda vez en pocos años, nuestra sociedad, nuestra forma de trabajar de nuevo, nuestra forma de movernos y nuestra forma de viajar. El turismo toma cada vez mayor relevancia en nuestra sociedad, en todo lo que gira en torno a él. El sector turístico es un sector en crecimiento y los establecimientos turísticos están obligados a ofrecer más y nuevos servicios, donde la tecnología se convierte en parte esencial. La introducción como clientes en todo el proceso de millones de personas con discapacidad limitaciones o mayores ha traído un nuevo condicionante; han pasado a demandar no sólo accesibilidad física, también tecnológica. Tecnológica que les proporcione acceso pleno a los servicios, autonomía y participación activa.

El sector turístico está tomando buena cuenta, al empezar a detectar que, mediante la implantación de tecnologías adecuadas, con criterios de accesibilidad y usabilidad, tiene un nuevo nicho de mercado. Para ello, el conocimiento, como siempre, es la pieza clave; el conocimiento profundo de las tecnologías a nuestra disposición en el mercado, no necesariamente costosas económicamente, y de cómo implantarlas de forma que beneficien de manera clara al turista con discapacidad o limitaciones. De esta forma, estamos hablando de negocio; de un negocio donde quien sepa adelantarse captará millones de nuevos clientes.

Una puerta automática es tecnología, nadie cuestiona que facilita la vida de cualquiera, vaya con maletas, con niños o en silla de ruedas. Las aplicaciones que proliferan para nuestros teléfonos inteligentes también, en ambos casos: smartphone y aplicación. Pero también nuevos recursos que están a nuestra disposición, y deben ir completando el ecosistema de nuestros servicios turísticos: sistemas de guiado inteligente por beacons (en interiores y exteriores), localización de plazas de aparcamiento, wifi (imprescindible para gran parte de la accesibilidad), sensores de detección de caídas, señalética electrónica accesible, sistemas de información con realidad aumentada,… por citar algunas de las más comunes.

La instauración, de forma integrada, de un conjunto de soluciones tecnológicas accesibles y usables hará que tengamos un entorno turístico atrayente, rentable, inteligente y centrado en la persona, y, consecuentemente, generador de beneficio económico. Más allá de los derechos, que también deben garantizar la igualdad y no discriminación de toda persona en el acceso a los servicios, el sector turístico debe pensar en la accesibilidad tecnológica bajo la idea de negocio.

La complejidad y heterogeneidad de la población en los países, tanto en entornos urbanos como rurales, se incrementa con la transformación demográfica, al tiempo que es necesario contemplar el envejecimiento de una ciudadanía que está empezando a ser porcentualmente significativa en algunas zonas, entre ellas Europa. Y la discapacidad, o limitaciones funcionales, está íntimamente relacionada en muchos casos con la edad. Es por ello, que la variedad de tecnologías introducidas en estos nuevos conceptos de turismo del siglo XXI, Turismo Inteligente o Turismo para todos, deben y pueden ser, ante todo, accesibles y usables por toda la población. Renunciar a contemplar estos criterios significa crear entornos turísticos no eficientes socialmente, y por ende, no inteligentes. Quizás más económicos a corto plazo, pero sólo aparentemente, nunca inteligentes ni captadores de oportunidades.

Dicho de otra forma, la creciente introducción de recursos y servicios basados en nuevas tecnologías en el sector turístico no es garantía por sí sola de una mejora en la calidad de vida de las personas, y en asegurar una participación igualitaria como ciudadanos. Nuestros hoteles, centros de turismo e incluso ciudades eminentemente turísticas, empiezan a llenarse de comunicación inalámbrica, servicios de información con realidad aumentada, sensores de todo tipo y para toda función, estaciones de servicio “inteligentes”…

foto1En muchas ocasiones, es muy clarificador recurrir a ejemplos concretos para reconocer la imperfección de un diseño: si vamos a tener puntos de recarga para nuestros coches eléctricos distribuidos por toda la ciudad, y en nuestros hoteles y centros turísticos, ¿se está pensando en si pueden ser utilizados por todos, personas con movilidad reducida, personas mayores o con problemas de destreza? ¿Es el cargador o el sistema de carga manejable y usable por todas las personas? Ejemplo perfectamente extrapolable al sector turístico.

La transformación, llamémosla digital, pero accesible y usable en el sector turístico debe girar, ineludiblemente, en torno a tecnologías presentes, emergentes y futuras. Si lo hacemos bien, con criterios de accesibilidad y usabilidad, y actualizándose permanentemente, no sólo crearemos un verdadero sector turístico inteligente; también generaremos ahorro, generaremos negocio y generaremos dinamismo económico. La tecnología bien utilizada e implementada sólo proporciona beneficios.

En la cadena de valor turística el papel de la tecnología resulta fundamental, como el marketing y la gestión hotelera. En la mayoría de eventos donde oímos hablar de innovación tecnológica en el sector turístico, nos encontramos con que el tema central gira en torno a las nuevas plataformas, sistemas interactivos basados en preferencias del usuario, aplicaciones y mensajes personalizados de agencias y centros para gestionar tu destino o inteligencia artificial aplicado a la búsqueda de viajes por el usuario.

Pero nos olvidamos casi siempre de que el destino, el hotel, el complejo turístico, el parque de ocio o los lugares de referencia, también deben de incorporar tecnología accesible que ofrezca soluciones adecuadas a las capacidades de cada persona. Un espacio turístico que quiera posicionarse en primera línea de negocio, debe incorporar ya soluciones tecnológicas que resulten atrayentes y no discriminatorias a ningún viajero: guiados inteligentes, aperturas automáticas y habitaciones por etiquetas inteligentes, telemetría para localizar itinerarios más fáciles, habitaciones domóticas, documentación hotelera y de hostelería accesible a todos. El turismo necesariamente ha de actualizarse rápidamente y tener presente que debe adaptarse a la tecnología y aprender a utilizarla en cada escalafón, desde el empleado más básico a la escala directiva.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación constituyen la herramienta más poderosa dentro de la sociedad actual, donde su papel ya es esencial y no tiene vuelta atrás. Todo en el sector turístico se basa ya en la tecnología: búsqueda de viajes, contratación, consultas, marketing publicitario, plataformas de venta y formas de pago digitales… pero también, cada vez más, las facilidades de accesibilidad y usabilidad a través de las tecnologías que los destinos turísticos ofrecen al viajero mayor, con discapacidad o determinadas limitaciones.

 

Juan Carlos Ramiro

Director general de CENTAC (Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad)