El turismo, como parte del derecho al ocio, conlleva para todas las personas importantes beneficios, tanto a nivel personal como social. Para las personas con discapacidad, disfrutar de nuestro tiempo libre conociendo nuevos lugares y culturas también fomenta la realización personal, el bienestar emocional, el alivio de determinadas dolencias, el empoderamiento, la autonomía personal, la normalización social y otros tantos beneficios que evidencian la importancia que para nuestro grupo social tiene la accesibilidad en el turismo.
La existencia de barreras en nuestra sociedad continúa siendo uno de nuestros principales problemas a la hora de poder participar de una vida totalmente normalizada y, en el turismo, la falta de accesibilidad sigue siendo una realidad que limita las opciones y los derechos de más de dos millones de personas con movilidad reducida de nuestro país y más de 125 millones de personas en Europa.
La oferta turística es bastante más reducida y cara para nuestro grupo social, lo que provoca que muchas personas con discapacidad con rentas bajas tengan muy pocas o nulas oportunidades de viajar, de ahí que en COCEMFE contemos, desde hace más de 30 años, con un Programa de Turismo y Termalismo para poder ofrecer este derecho al mayor número posible de personas con discapacidad, personas que, de otro modo, no tendrían nunca posibilidades de viajar.
Por la experiencia de estos años, conocemos zonas turísticas y alojamientos donde las personas con discapacidad podemos disfrutar en igualdad de condiciones de nuestro tiempo de ocio. Es el caso de Arona, en Tenerife, con la Playa de las Vistas, con excelentes condiciones de accesibilidad y servicios de apoyo, alojamientos accesibles y la posibilidad de moverse por la isla con múltiples opciones de transporte accesible y hacer excursiones a lugares como Cañadas del Teide, con un sendero accesible. Logroño es otra ciudad que destaca por su accesibilidad, con calles sin pendientes, pasos de cebra adaptados, con la mayoría de sus establecimientos y comercios con cota cero, y profesionales cualificados para proporcionar un trato adecuado a las personas con discapacidad.
Los guías turísticos de Ceuta también han sido formados en este sentido como parte del giro turístico que ha dado la ciudad para ser un destino inclusivo, con ferry accesible, mejoras en las instalaciones hoteleras, comerciantes comprometidos con la adaptación de sus negocios, playas con pasarelas, asistencia y sillas anfibias, etc. Vitoria, a pesar de estar entre colinas, también ha hecho un esfuerzo para acoger a todas las personas, con unas pasarelas mecánicas que nos permiten acceder a la parte alta de la ciudad; así como Pontevedra, con un centro histórico que ha adaptado su amplia zona peatonal y una guía de monumentos accesibles con un recorrido que ofrece más de 40 puntos de interés.
Podría citar muchos más ejemplos y lugares como Cartagena, Elche, las playas de Benidorm, Santa Pola o de Combarro, la Alhambra de Granada… porque es cierto que España se encuentra entre los países que más han avanzado en materia de turismo accesible, gracias a los planes de accesibilidad desarrollados, el asesoramiento y reivindicaciones de las organizaciones de discapacidad y el mayor compromiso de los agentes turísticos.
Aun así, los retos siguen siendo enormes para disponer de destinos turísticos completamente accesibles y, tanto a las administraciones como a todos los agentes de la cadena turística, se les está acabando el tiempo para cumplir con la ley, puesto que el 4 de diciembre de este año finaliza el plazo legal para que todos los productos, bienes, entornos y servicios sean accesibles, de acuerdo a criterios básicos de no discriminación y accesibilidad universal.
Además, hace falta concienciar y formar más al sector turístico español, mejorar el acceso a la información disponible, realizar estudios sobre el estado actual del turismo accesible y, en definitiva, que la misma oferta que tiene toda la población para irse de vacaciones, esté también disponible para las personas con discapacidad.
Anxo Queiruga
Presidente de COCEMFE (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica)