Mucho se ha escrito sobre el renacer de una minería moderna en Andalucía. Y la verdad es que atendiendo a los diferentes hitos de los últimos años, podemos presumir de haber sido capaces, entre muchos, de ofrecer alternativas de futuro a un sector que tiene, como principal virtud, la capacidad de fijar la población en el territorio, además de la generación de empleo y riqueza. Y cuando hablamos de modernidad, lo hacemos de tecnología e innovación y, también, de otros aspectos muy importantes como el respeto al medioambiente, la seguridad y la sostenibilidad del entorno o la especialización y cualificación profesional.

Desde luego, nada es casual. Todo deriva de la convicción del Gobierno andaluz en diversificar el tejido productivo de la comunidad autónoma y de una vocación pedagógica desarrollada en las dos últimas legislaturas con un propósito claro: que esa misma vinculación que relaciona a nuestra tierra con el liderazgo y la calidad internacional en otros sectores, como el turismo o la agroindustria, se haga extensiva a un sector milenario donde Andalucía, depositaria de las mayores masas de sulfuros polimetálicos que existen en Europa Occidental, tiene mucho que decir.

natalia2En primer lugar, el Gobierno ha dejado claro que su compromiso con la minería metálica y, por ende, con la diversificación del tejido productivo andaluz, no es algo transitorio. Para ello, ha establecido unas bases sólidas que permitan actuar con una planificación certera, pues la minería no se improvisa. La Estrategia Minera 2020 ha contado con el máximo consenso posible entre Gobierno, empresas y los agentes sociales, fruto del cual se han establecido 13 líneas de actuación y 43 medidas dirigidas a la consecución de cuatro objetivos:

– El aprovechamiento de la potencialidad minera del territorio andaluz, creación de empleo y mejora de la competitividad del sector minero.

– La mejora de los servicios públicos vinculados al sector minero, adecuando la gestión administrativa a las necesidades del sector.

– La integración ambiental de la actividad minera y puesta en valor del patrimonio minero andaluz como recurso turístico, cultural, social y económico que ayude al desarrollo sostenible del territorio. El compromiso con el medioambiente es un eje vertebrador de toda la actividad minera, desde que se otorga un permiso de investigación -con su correspondiente plan de restauración- hasta que finaliza la actividad extractiva y se restaura todo el complejo.

– Y el impulso y desarrollo de un marco adecuado de relaciones laborales, con especial atención a la seguridad y salud laboral en el sector, aumentando la capacitación y adecuación del personal a su puesto de trabajo.

Todo esfuerzo compartido es poco para reforzar un sector que genera, a día de hoy, unos 45.000 puestos de trabajo, directos e indirectos, y tiene una facturación que supera los 1.000 millones de euros.

Por otro lado, Andalucía se ha convertido en el referente de minería innovadora tanto a nivel europeo como mundial, con acciones que han sido pioneras ejecutadas tanto en Cobre Las Cruces como en Minas de Aguas Teñidas (MATSA), dos grandes explotaciones mineras que operan en la Faja Pirítica Ibérica y respaldadas por dos grandes grupos mundiales en el sector minero, First Quantum Minerals y Trafigura, que son modelos de gestión minera sostenible basada en la continua innovación tecnológica.

El fomento de la investigación minera mediante la convocatoria de concursos públicos cobra una especial relevancia, pues a la vez que nos permite conocer con detalles nuestra riqueza mineral y geológica, también facilita la llegada de nuevas empresas y fortalece los vínculos de quienes ya trabajan en el terreno.

En este sentido, en el período 2012-2016 se pusieron a disposición de los investigadores más de 1.000 derechos distribuidos por una superficie superior a las 670.000 hectáreas. Ello ha permitido, por citar algunos ejemplos, la reapertura de Sotiel y de Riotinto, la inauguración de Mina Magdalena -que actualmente trabaja en su ampliación a una segunda fase- o la llegada de nuevas empresas como Cambridge Minería o Kimberly Diamonds, entre otras, con la consiguiente generación de puestos de trabajo y desembolso de inversiones.

En ese mismo periodo, se dieron todos los pasos para reabrir el yacimiento de Aznalcóllar, revitalizándose así una comarca cuyas vinculaciones económicas con la minería merecen el calificativo de históricas. La compañía Grupo México, adjudicataria del concurso minero internacional convocado para tal fin, ha comenzado a trabajar y, con ello, a generar riqueza y empleo tanto directo como indirecto.

Sin embargo, la ventaja competitiva más importante que ofrece Andalucía tiene que ver con su propia esencia. Con su ubicación, sus recursos y su capital humano. Puente entre dos continentes, parte de la Unión Europea y territorio Schengen, cinco aeropuertos internacionales, una extensa red de autovías y autopistas, amplio desarrollo del ferrocarril -con una cartera de importantes proyectos para el tráfico de mercancías- y la presencia de centros tecnológicos y universidades públicas en todas las provincias son una excelente tarjeta de presentación que ponemos al servicio de cuantos deseen compartir con nosotros la ilusión de trabajar por un objetivo claro: una Andalucía cada vez más próspera, competitiva y económicamente diversa. Y estamos seguros de que la minería, al igual que ha ocurrido hasta ahora, seguirá realizando importantes aportaciones para la consecución de ese logro.

 

Natalia González Hereza

Directora General de Industria, Energía y Minas

Junta de Andalucía