La compañía ya cuenta con más de nueve millones y medio de contadores inteligentes instalados en España en el marco del proyecto STAR, que implicará una inversión de 2.000 millones de euros hasta 2018

La digitalización de los procesos productivos, hasta llegar a lo que hoy se conoce como el Internet de las Cosas, no es una realidad ajena a Iberdrola. La compañía ha tratado siempre de adelantarse a los últimos avances tecnológicos. A día de hoy, por ejemplo, y gracias a la tecnología que ha desarrollado, el grupo gestiona más de 7.000 turbinas y cientos de centrales eléctricas desde un único centro de control, a distancia y en tiempo real.

Pero la digitalización de su actividad no sólo ha afectado a la generación de electricidad, sino, como no podía ser de otro modo, a la relación de la empresa con sus clientes: el despliegue de redes y contadores inteligentes ha permitido abrir un nuevo entorno de relación con el usuario, conociendo mejor sus necesidades y adaptándose a ellas con la mayor eficiencia posible.

En España, a través del proyecto Star, que está desarrollando en las diez comunidades autónomas donde cuenta con redes de distribución eléctrica y que culminará en el año 2018 gracias a una inversión acumulada por parte de la compañía de 2.000 millones de euros, Iberdrola ya cuenta con más de nueve millones y medio de contadores inteligentes instalados.

Además de cumplir con el programa oficial, Iberdrola está aprovechando este despliegue para evolucionar tecnológicamente y mejorar su red. Por eso, también ha adaptado alrededor de 55.000 centros de transformación distribuidos por toda la geografía española, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización.

Esta iniciativa le ha convertido en una de las empresas más avanzadas del mundo en el ámbito de las infraestructuras de redes eléctricas inteligentes, gracias tanto al volumen de contadores inteligentes instalados y conectados, como a la adaptación simultánea de su red de distribución mediante la incorporación de la supervisión en tiempo real y la automatización.

Iberdrola emplea los más altos estándares internacionales y robustos algoritmos de cifrados de máxima seguridad, que garantizan la autenticación, confidencialidad y privacidad de cada uno de sus equipos digitales mediante identificaciones únicas de usuario y contraseña. Además, los contadores digitales emplean claves criptográficas de alta seguridad, de acuerdo a los estándares establecidos internacionalmente en el sector y que permiten que los paquetes de datos salgan cifrados y autenticados.

La digitalización de la red -disponer de una infraestructura que transporta electricidad y datos- facilita la integración de la energía renovable distribuida, la gestión de una red que cada vez va a ser más más activa y la futura integración masiva de los vehículos eléctricos. Adicionalmente, la información recibida sobre el estado de funcionamiento de la red permite optimizar las inversiones necesarias, mejorar las labores de mantenimiento y, en definitiva, contribuir a ganar eficiencias en la actividad.

 

ARTÍCULO INCLUIDO EN EL ESPECIAL ‘DIGITALIZACIÓN DE LA ENERGÍA’ DEL NÚMERO DE JUNIO DE AGENDA DE LA EMPRESA