La posibilidad que tienen para mantener una contabilidad exacta y fiable de los intercambios de activos de cualquier tipo abre un mundo de posibilidades para el campo de la generación y distribución de energía

Las tecnologías Blockchain o de libro distribuido, como se están dando en llamar, pueden suponer en un futuro próximo una de las mayores revoluciones en el campo de la generación y distribución de energía. La posibilidad que tiene esta tecnología para mantener una contabilidad exacta y fiable de los intercambios de activos de cualquier tipo abre un mundo de posibilidades para el campo de la generación y distribución de energía.

Pero vamos a empezar por el principio. Aunque la tecnología Blockchain tiene su origen en 2009, cuando se puso en marcha su aplicación más popular Bitcoin, sus posibilidades van mucho más allá de la generación de una divisa digital más o menos popular que ha conseguido una capitalización de mercado en siete años de 30.000 millones de dólares y una revalorización de más de un 100.000%.

BlockcheinEn realidad, para lo que han valido estos años es para que el sector, más tecnológico en primer lugar, y en segundo lugar otros como el bancario, el de las utilities, etc, se den cuentan de las propiedades de esta tecnología en cuanto a robustez, protección y seguridad de la información que almacena. La información que se escribe en una Blockchain no se puede alterar nunca, se haga lo que se haga, y reside en múltiples nodos a la vez, lo que hace ineficaz cualquier tipo de ataque conocido por una cuestión de disponibilidad de la red. Es decir, si se ataca un nodo y se borra su contenido, otros con el contenido de ese libro distribuido reescribirán la información y la repondrán.

Estas propiedades están empezando a ser aprovechadas en el mundo de la energía. La clave de esta utilización está actualmente en la eliminación de intermediarios. Esto permitirá en un futuro la puesta en marcha de grids energéticos, donde un productor y un consumidor de energía de una comunidad local que no se conozcan entre sí, puedan realizar intercambio de energía utilizando Blockchain como sistema de contabilidad, sin que tengan que entrar como participantes grandes productores, distribuidores o gestores de activos energéticos. Algunos de estos consumidores podrán ser igualmente productores utilizando diferentes sistemas domésticos de producción de energía.

Las tecnologías Blockchain permiten la contabilidad instantánea de esta producción y la venta directa de la energía producida a sus vecinos sin pasar por ningún otro intermediario. Bastan dispositivos como un contador inteligente, un dispositivo doméstico, un sensor y una app para poner en marcha todo esto. Estas redes eléctricas de intercambio de energía podrían ser controladas a través de las aplicaciones que controlan los Blockchains, los denominados Smart Contracts. Estos Smart Contracts tienen capacidad para ser programados con reglas predefinidas que gobernarán ese intercambio de energía entre particulares, de forma que los saldos resultantes puedan ser compensados automáticamente mediante transacciones bancarias, incluso diarias, o a través de sistemas basados en compensación de cuotas a la comunidad de vecinos, tarjetas de crédito de disposición instantánea para los productores, etc. Esta experiencia empieza a ser ya una realidad en lugares como el Brooklyn Microgrid (BMG) o Wien Energy en Austria.

Pero esto es sólo el principio, otras aplicaciones como los modelos de pago basados en Blockchain para movilidad eléctrica en casos como el coche conectado, contadores móviles de electricidad que se puedan utilizar por parte de los consumidores en residencias temporales, o la conexión de dispositivos inteligentes, están empezando a ser exploradas. Es sólo el principio de una revolución en los modelos de negocio energéticos que ya está aquí y que la iremos viendo en los próximos años.

 

Joaquín López Lérida

CEO de Kolokium Blockchain Technologies

 

ARTÍCULO INCLUIDO EN EL ESPECIAL ‘DIGITALIZACIÓN DE LA ENERGÍA’ DEL NÚMERO DE JUNIO DE AGENDA DE LA EMPRESA