Los planes de inversión anuales de Cepsa en sus centros industriales de la comunidad andaluza contemplan, además de las paradas programadas para mejoras tecnológicas y mantenimiento en los procesos, una serie de proyectos destinados a optimizar el funcionamiento de los equipos, contribuyendo a que el conjunto de las instalaciones sea cada vez más eficiente, requiriendo una menor cantidad de energía para llevar a cabo su actividad y por consiguiente unas emisiones menores de gases.

En los últimos cinco años, la cifra de todas estas intervenciones en Palos de la Frontera y en San Roque, ha alcanzado los 121 millones de euros.

La implementación de nuevas tecnologías que conlleven una reducción de consumo energético es una de las fórmulas para aumentar la eficiencia de una planta industrial. Existen también otras vías como la modificación de las condiciones de operación de los procesos para que requieran menos energía, o una programación muy exhaustiva de las labores de mantenimiento de los equipos, orientada a recuperar el grado de eficiencia que van perdiendo con su uso.

Cepsa trabaja en la mejora de la eficiencia energética de sus instalaciones, tanto en Palos de la Frontera como en San Roque, aplicando este concepto tanto a sus planes de inversión y nuevos proyectos, como al día a día de las operaciones o las labores de mantenimiento y conservación de los equipos.

“La eficiencia energética siempre ha sido un objetivo prioritario para nuestra Compañía; si bien se ha pasado de acciones concretas a tener un proyecto integral con implicación directa en todo el funcionamiento de los centros productivos, tanto en las refinerías como en las plantas químicas”, en palabras de Juan Carlos Galván, responsable de Protección Ambiental Corporativa de la compañía.