Más de 200 millones de personas en el mundo están desempleadas, cifra que representa un aumento de casi tres millones y medio de personas respecto al 2016, según ha indicado la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Una de las causas que explican esa negativa cifra fue que la contribución de las pequeñas y medianas empresas (pymes) al empleo mundial se estancó durante el año pasado, según refleja el informe de la OIT ‘Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2017: Empresas Sostenibles y Empleo’.

En opinión de la OIT las pymes representan “un papel crucial en la creación de puestos de trabajo decente en todo el mundo”, ya que, por ejemplo, entre 2003 y 2008, el aumento de empleos a tiempo completo en este tipo de organizaciones fue mayor que en el de las grandes empresas.

El estudio destacó además que entre los años 2003 a 2016 el número de empleados a tiempo completo en las pymes casi se duplicó, y que la proporción del empleo global atribuible a éstas creció del 31% al 35% durante el mismo periodo.

La directora general de políticas de la OIT, Deborah Greenfield, destacó que para revertir la situación de estancamiento de empleo en las pymes se necesita una mejor promoción “y mejorar el clima empresarial para todas las empresas, incluyendo el acceso al financiamiento para los más jóvenes”, dijo.

Como medidas para combatir el incremento del desempleo, la OIT señaló que es necesaria una mayor inversión por parte de las empresas en las capacidades de los trabajadores y en innovación, e impulsar el comercio y el diálogo social.