El beneficio neto de Sacyr alcanzó los 97 millones de euros hasta septiembre, el 8% más que en 2016. En términos homogéneos, es decir, excluyendo los resultados extraordinarios cosechados el pasado ejercicio, el crecimiento del resultado neto alcanza el 41%.

El Ebitda fue de 272 millones de euros, el 4% más que en el mismo periodo de 2016, y la cifra de negocios se situó en 2.249 millones de euros, el 4% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Por su parte, el margen bruto se situó en el 12,1%, en línea con el obtenido en el mismo periodo del año pasado y la cartera de ingresos futuros cerró septiembre en 29.683 millones de euros, lo que representa un aumento del 14% (3.727 millones).

La deuda financiera del grupo cerró el trimestre en 3.192 millones de euros, el 14,3% menos que a finales de 2016, cuando sumaba 3.726 millones. El coste medio de la deuda se sitúa en el 4%.

La reducción del endeudamiento se ha llevado a cabo gracias a la culminación de la estrategia de eliminación de los riesgos asociados a la participación en Repsol a través de una operación derivados sobre 72,7 millones de acciones de Repsol (60% de la participación de Sacyr).

El resultado financiero de los nueve primeros meses mejoró el 9%, hasta 141 millones de euros, gracias a la reducción de la deuda.