El resultado neto de Reig Jofre se situó en 3,2 millones frente a los 5 millones que obtuvo la compañía en el mismo periodo de 2016.

La empresa cerró los nuevos primeros meses con una cifra de negocios de 119,6 millones (+0,2%) y un Ebitda de 9,2 millones frente a 11,5 millones€ en el mismo periodo del ejercicio anterior, directamente motivado por el incremento de los costes de personal por inversiones de expansión de capacidad productiva en tres de sus cuatro plantas, resultado del crecimiento de la demanda en las líneas de dermatología e inyectables; la inversión en proyectos de expansión en nuevos mercados en la línea de antibióticos, y la no reducción de la plantilla ligada a ésta línea, pese a la caída en ventas, en previsión del inicio de la recuperación.

A cierre de septiembre, la deuda financiera neta se redujo un 37% y se situó en 13,8 millones, por debajo de 1 vez Ebitda, frente a 1,9 veces a cierre de 2016.

Según ha señalado la compañía, el “excelente” comportamiento de las líneas de inyectables (+21%), dermatología (+10%) y respiratorio (+14%) contrarrestó “la todavía lenta recuperación” de las líneas de antibióticos (-9%) y complementos nutricionales (-9%).