El sector turístico andaluz, tanto en tiempo de bonanza como de crisis, ha mantenido su responsabilidad y compromiso con la calidad para seguir reinventándose y adaptándose a las exigencias del mercado, y para continuar siendo un destino y una industria líder.

En esta evolución, se hace cada vez más presente en la industria turística andaluza la variable medioambiental. Hecho que resulta más visible y tangible si se habla de turismo de interior y rural en Andalucía. Al fin y al cabo uno de los principales activos del turismo andaluz es también la riqueza y diversidad del patrimonio natural e histórico-cultural de la región.

MIguel_Sanchez_Turismo_CEARecientemente, se ha celebrado el Día Mundial del Turismo en un año en que Naciones Unidas lo declaraba Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, consciente de su importante función catalizadora de progreso social.

Tras el esfuerzo inversor desarrollado en los últimos años por los empresarios andaluces, es un momento clave para continuar con la modernización de nuestra industria turística; para poner en marcha medidas destinadas a cualificar destinos y dotar, en general, a todo el sector de una mayor eficiencia, competitividad y productividad, así como para favorecer la sostenibilidad y el respeto al medioambiente. También para combatir la fuerte estacionalidad a la que aún se enfrentan las empresas andaluzas.

Los empresarios, a través de CEA, aprobamos en 2016 de forma consensuada con la Consejería de Turismo y Deporte la Estrategia Integral para el Fomento del Turismo de Interior Sostenible de Andalucía Horizonte, 2020. Plan + Interior, con tres claros objetivos: mejorar la rentabilidad social, ambiental y económica, y por supuesto, romper la estacionalidad e impulsar la cohesión y vertebración territorial.

Un acuerdo que viene a reforzar el mejor comportamiento de este segmento de turismo interior en Andalucía, que avala los datos más recientes sobre esta actividad empresarial. Se estima que el segmento de interior atrajo a la Comunidad a más de 5,5 millones de visitantes en 2016 y creció casi un 12% respecto al año anterior. Se alojaron 3,4 millones de turistas en establecimientos hoteleros, que generaron 6.380.000 pernoctaciones; es decir, casi el 13% de las pernoctaciones totales de Andalucía. En este 2017, su evolución es muy positiva, presentando un crecimiento en torno al 8%.

Unos datos que animan a abordar con optimismo los retos de este segmento de nuestra actividad turística, que se pueden resumir en lo que se denomina las 4D: Dimensión, Densidad, Diversificación y Digitalización, sin olvidar la promoción y la captación de nuevos mercados, una asignatura pendiente en este segmento.

Es evidente que el turismo en Andalucía sigue avanzando con un notable “viento de cola”, pero es necesario que todos y cada uno de los eslabones de la cadena turística, públicos y privados, desplieguen todas las velas de nuestra nave para avanzar rápidamente y poder relanzar el verdadero potencial de nuestras empresas andaluzas, la generación de empleo y el progreso de nuestros territorios y entornos.

Aunque el principal y más profundo reto del turismo andaluz es hacer “Vivir Experiencias”. Cuando se logra llegar al corazón del turista, generar una emoción sincera y auténtica, el turismo alcanza su objetivo más profundo: una sonrisa, un recuerdo imborrable y el inmenso deseo de regresar para vivir de nuevo experiencias y emociones en Andalucía.

 

Miguel Sánchez Hernández

Presidente del Consejo Empresarial de Turismo, Ocio y Deporte de CEA

 

Artículo incluido en el número de noviembre de Agenda de la Empresa