Cuando la larga crisis sufrida por las empresas energéticas parece aportar los primeros signos de recuperación, no podemos olvidar que muchas de ellas se han quedado en el camino y otras han sufrido reestructuraciones severas para subsistir. En el caso de Cepsa, las dificultades vividas parecen haber sido un estímulo para conseguir clasificarse en el grupo de cabeza europeo en cuanto a eficiencia y competitividad. Ante situaciones de mercado complejas, mercados volátiles y la competitividad internacional, Cepsa ha confirmado que su modelo de negocio integrado funciona cuando se trata de solventar dificultades.
A finales de noviembre, presentamos los resultados de los nueve primeros meses del pasado año, que mejoran un 86% los de 2016 y reflejan una buena marcha en todas las líneas de negocio: Exploración y Producción, Refino, Química, Área Comercial y Gas y Electricidad. Los datos son excepcionales, sobre todo tras unos años de profunda crisis, que ha afectado a todos los sectores de nuestra economía y, en particular, al sector de los hidrocarburos, en el que se han registrado importantes reducciones en la demanda y una caída sustancial del precio del petróleo. En estos años complicados, Cepsa ha sido capaz de mejorar y optimizar su modelo de negocio mediante el esfuerzo de las personas que integran sus equipos y la inversión en tecnología y modernización. Ello ha permitido avanzar la optimización de las instalaciones actuales, mejorar notablemente la eficiencia de los procesos y aumentar el grado de conversión de nuestras refinerías. Estas acciones han incidido directamente en la sostenibilidad ambiental y la reducción de costes.
Como paso previo a la elaboración de los planes de futuro, y para poder seguir afrontando los desafíos que se nos plantean, Cepsa ha elaborado su visión sobre el futuro de la Energía, con una especial consideración a las tendencias que se observa en la sociedad y economía actuales. Esta visión, denominada Cepsa Energy Outlook 2030, ha merecido un reconocimiento del que nos sentimos muy orgullosos. Es un análisis prospectivo integral del sector energético de cara a la próxima década y aporta ideas sobre la forma en que tendremos que abordar la transición energética que se producirá en España y el mundo, y que nos permitirá trazar nuestros futuros planes estratégicos.
Los datos de este análisis concluyen que en España los productos derivados del petróleo seguirán dominando el mix energético en 2030, pero las fuentes de energía renovable aumentarán su aportación de manera significativa. En el mundo, el análisis indica que la demanda de crudo subirá en el entorno del 10%, ya que, aunque los vehículos eléctricos deben aumentar su cuota de mercado, en 2030 se estima que el 85% de los vehículos del mundo seguirán teniendo un motor de combustión. En este sentido y en línea con el análisis realizado, la estrategia de Cepsa para la próxima década implica continuar con la producción de energía tradicional como el petróleo y el gas, combinado con fuentes renovables como la energía solar o eólica, de las que, en España, tenemos recursos abundantes.
Como consecuencia de este análisis prospectivo del panorama energético hasta el 2030, el plan de Cepsa contempla el despliegue de medios y sistemas para anticipar los desafíos que se anticipan, con inversiones de más de 40.000 millones de euros de aquí al 2030, que permitan desarrollar una estrategia de crecimiento basada en la eficiencia y la implementación de nuevos proyectos petroquímicos y en el desarrollo de las energías renovables.
Antonio Joyanes
Director Área Refino Cepsa