La Junta de Andalucía ha editado una guía para favorecer una alimentación equilibrada durante los tres primeros años de vida de los menores jiennenses y del resto de andaluces. Este material, elaborado por profesionales de las consejerías de Salud y para la Igualdad y Bienestar Social, servirá como herramienta de trabajo en los servicios de atención primaria y en los centros socioeducativos de la provincia de Jaén.

El objetivo de la guía, de la que se han editado en una primera tirada unos 9.000 ejemplares, es potenciar unos hábitos y prácticas de vida en los andaluces de menos de tres años que contribuyan a mantener un buen estado de salud. “Por ello, este material servirá de apoyo y asesoramiento para tratar todo lo relacionado con la alimentación de los niños de una forma sana y equilibrada”, señala el delegado provincial de Salud, Juan Francisco Cano.

La elaboración de esta guía se enmarca en las actuaciones de promoción de la salud presentes en el Plan de Promoción para la Actividad Física y la Alimentación Equilibrada que coordina la Consejería de Salud. La guía ha sido producto del trabajo conjunto de técnicos de Salud y para la Igualdad y Bienestar Social, y representantes de la Asociación de Pediatras de Atención Primaria y de la Sociedad Andaluza de Nutrición Clínica y Dietética.

Además de establecer unos criterios claros y básicos sobre una buena alimentación, la guía incluye también recomendaciones sobre otros aspectos como manipulación, conservación, almacenamiento y elaboración de los alimentos. Por otra parte, y dada la variedad de necesidades alimenticias del colectivo al que se dirige, establece distintos apartados de recomendaciones, según las edades de sus destinatarios: de 0 a 6 meses, de 6 meses a 1 año, de 1 a 2 y de 2 a 3 años.

Lactancia materna
La guía de alimentación para menores de tres años ofrece algunas novedades frente a otros documentos similares tales como la importancia que se da a la lactancia materna, la ausencia de calendarios rígidos para introducir alimentación complementaria, destacar los aspectos de la alimentación que están relacionados con habilidades motrices y sociales de los bebés o la necesidad de que exista una responsabilidad compartida entre padres y profesionales de los centros de atención socioeducativa para favorecer y generar unos correctos hábitos alimenticios.

En lo que respecta a la lactancia materna, el documento hace especial énfasis en los beneficios que reporta, tanto para el bebé como para la madre, en los primeros meses de vida del niño al tratarse de una actividad que, no sólo satisface sus necesidades alimenticias y mejora su sistema inmunitario, sino que refuerza las relaciones afectivas entre la madre y el hijo y mejora la recuperación de la mujer tras el embarazo.

Muestra de ello es que la OMS y UNICEF recomiendan que todos los bebés reciban leche materna al menos durante los seis primeros meses de vida como forma ideal de alimentación y, a ser posible, exclusiva.

Para que esta actividad se pueda llevar a la práctica de la forma más satisfactoria posible, se recomienda que los centros de atención socioeducativa se doten de lugares especialmente habilitados para que las madres que lo deseen puedan acercarse a amamantar a sus bebés. Asimismo, se formará a los responsables de estos centros en habilidades para almacenar la leche materna extraída previamente en las mejores condiciones de conservación para, posteriormente, dársela a los bebés en el caso de que la madre no pueda realizar el traslado a las instalaciones donde se encuentre su hijo.