En el mundo globalizado en que vivimos, la digitalización ha venido para quedarse. La digitalización, palabra de moda, va más allá de la tenencia de una web y conexión a Internet. Consiste en la aplicación de las más modernas técnicas y la más compleja tecnología aplicada a todo el ciclo de producción y en estos momentos Andalucía debe liderar esta evolución tecnológica si no quiere quedarse rezagada en el actual sistema económico.
Aunque por sectores, el turismo, las telecomunicaciones, los servicios financieros y el transporte se encuentran a la cabeza, la mayoría de nuestras pymes, que representan el 98% de nuestro tejido empresarial, dominan los usos digitales más básicos, pero todavía existe un cierto recelo a los usos más avanzados, que solamente son aprovechados por unas pocas empresas innovadoras, y aunque la mayoría reconocen la necesidad de subirse al carro de la era digital porque saben que esto les puede suponer un ahorro del 20% de sus gastos y sin duda un gran aumento de su competitividad, menos de un tercio tiene un plan digital y un porcentaje muy elevado desconoce cómo instaurar estos procesos.
Pese a todo, en el mundo digital el tamaño deja de ser tan relevante y es, por ello, que el nuevo reto de las Cámaras de comercio andaluzas pasa por ayudar a nuestros empresarios a adaptarse a los cambios del mercado de una forma mucho más rápida, trabajando en los procesos internos para ser más eficientes.
Desde nuestras entidades debemos hacer ver a las pequeñas y medianas empresas la importancia de que apliquen las últimas innovaciones tecnológicas a su forma de trabajar, ya que la transformación digital y la orientación al cliente, al que cada vez se conoce mejor, son las acciones estratégicas que tienen mayor relevancia en estos momentos al ser la oportunidad clave de dar un salto de gigante a través de esta revolución que permite no solo implantar procesos más flexibles y rápidos, sino también fabricar productos cada vez más personalizados sin disparar los costes de fabricación, aumentando su productividad y ahorrando en costes energéticos mediante la adopción de avances tecnológicos como el Internet de las Cosas, la robótica, la Impresión 3D, el Cloud Computing, la Inteligencia Artificial, el Big Data, los drones o la Realidad Aumentada.
Ante este futuro cambiante, pero a la vez ilusionante, las Cámaras de Comercio de Andalucía tienen ante sí el reto de sensibilizar y ayudar a las pymes y micropymes de nuestra Comunidad a afrontar estos desafíos apoyándolas en todo el proceso de transformación digital para que éste culmine de forma exitosa, aprovechando las ventajas y oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para que, de este modo, puedan ser más eficientes y competitivas a largo plazo.
Antonio Ponce
Presidente del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio
