Estrenamos un año muy prometedor en el ámbito tecnológico, inmersos en la efervescencia de nuevas tecnologías que han alcanzado el punto de madurez suficiente para que su aplicación a diferentes sectores sea un revulsivo de la competitividad y eficiencia o una herramienta para generar nuevas empresas y modelos de negocio. El ejercicio 2018 será, además, un año decisivo para que Andalucía y España aprovechen el nuevo ciclo de recuperación económica y den un giro a sus estadísticas de innovación para converger con Europa. El contexto de convocatorias de ayudas previstas para este año, tanto a nivel regional como nacional y europeo, es un aliciente para trabajar en ese sentido.

Adelaida de la Calle ctaDespués de tanto tiempo hablando de ello, 2018 puede ser el año en el que la transformación digital llegue de verdad a las empresas. Big Data, Internet de las Cosas (IoT) o UAVs (vehículos aéreos no tripulados) son algunas de las tecnologías más prometedoras por su capacidad transformadora que ya han alcanzado un nivel de desarrollo suficiente para aplicaciones concretas en múltiples sectores: desde las telecomunicaciones hasta el transporte público, pasando por servicios de energía, banca, distribución, agricultura o industria. Veremos novedades en agricultura de precisión e industria 4.0, que suponen la aplicación de nuevas tecnologías de robótica, sensórica, IoT y Big Data, entre otras, a estos sectores.

Además, es esperable que tengan gran protagonismo los avances en ciberseguridad, Inteligencia Artificial (IA), Realidad Virtual/Aumentada y blockchain, tecnologías que están despertando un creciente interés por su potencial disruptivo en áreas como la logística o la banca, dado que permite transacciones seguras sin intermediarios.

Otras importantes tendencias de innovación son las que están dirigidas a resolver algunos de los retos sociales más relevantes, como la descarbonización de la energía, para reducir la contaminación y nuestra dependencia de los combustibles fósiles, o el reaprovechamiento de residuos a través de la economía circular y la bioeconomía, dos áreas de notable crecimiento en las que CTA se ha capacitado y posicionado a nivel europeo a través de su participación en proyectos, como SuperBIO, o su pertenencia al consorcio internacional BIC, que moviliza la bioeconomía europea en colaboración con la CE.

Este año será clave también en el ámbito europeo porque se establecerán las bases del noveno programa marco para la innovación y la investigación de la UE (FP9), que sustituirá a Horizonte 2020. Sabemos que la Comisión Europea quiere maximizar su apuesta por la innovación y enfocar la I+D europea a generar riqueza empresarial y económica, poniendo el foco en las pymes y emprendedores y creando nuevos instrumentos más ágiles.

Otro aspecto decisivo para el año que comienza es el impulso definitivo a la Compra Pública de Innovación (CPI) y el uso eficaz de los fondos Feder destinados a ello. Será difícil aprovechar de manera eficiente los fondos concedidos a España y Andalucía para desarrollar la CPI si no se acometen importantes movimientos en 2018. La CPI será una herramienta fundamental para acelerar la convergencia en innovación de Andalucía y España con los países más desarrollados, ya que tiene un potencial sin precedentes para movilizar innovación privada a partir de la demanda pública.

Desde Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), seguiremos trabajando como nodo de innovación en colaboración con las administraciones, las empresas, las universidades y otros centros de investigación para aprovechar todas estas oportunidades que nos brinda el nuevo año.

 

Adelaida de la Calle

Presidenta de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA)

 

Artículo incluido en el Anuario empresarial y económico de Agenda de la Empresa. Enero 2018