Recientemente, Deloitte ha publicado el estudio “2030 Purpose: Good Business and a Better Future”, en el que se evalúa la vinculación del propósito de las principales compañías españolas con el desarrollo sostenible y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como su nivel de integración en la estrategia de la empresa y en su modelo operativo.

Antes de analizar las principales conclusiones del informe, quisiera explicar qué son los ODS.

Cuando me preguntan qué son estos objetivos, suelo responder comparándolos con las Olimpiadas. Los Juegos Olímpicos son considerados la principal competición del mundo y, debido a su larga trayectoria, constituyen uno de los momentos de unión más importantes de la Humanidad, en el que independientemente de nuestra procedencia, clase social, raza o género, todos tenemos la oportunidad de lograr un objetivo. Una meta que no se alcanza de forma unilateral, sino con el trabajo ordenado, continuo y de equipo.

De la misma forma que los Juegos se representan con el famoso logotipo de los cinco círculos, que simboliza la unión de los cinco continentes, los ODS se representan mediante 17 logos que hacen referencia a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, procedentes de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en la cumbre de Naciones Unidas celebrada en septiembre de 2015. Estos objetivos se agrupan en cuatro grandes temáticas: Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Lucha contra la corrupción.

En España, los principales ámbitos para contribuir a los ODS son: el cambio climático y el medio ambiente, a través de la descarbonización y la potenciación de una economía circular; la innovación y digitalización; y la implementación de nuevos modelos de negocio más sostenibles.

En relación a éste último ámbito, el empresarial, para realizar una contribución efectiva desde las compañías y alcanzar la interdependencia entre desarrollo sostenible y éxito comercial, las empresas deben articular un propósito claro, vinculado a los grandes retos del desarrollo sostenible, y utilizarlo para dar forma a los planes y a la cultura de la organización. Esto es lo que definimos en nuestro estudio como Propósito 2030. Para que este propósito guíe la estrategia y acción de la empresa, este debe ser auténtico, equilibrado y coherente.

Entre los resultados del estudio, se muestra que las empresas del IBEX 35 aún tienen un gran margen de mejora. Solo nueve de ellas tiene definido un propósito orientado a alguno de los ODS. Asimismo, aunque el 40% de las grandes empresas españolas cotizadas ya contemplan los ODS en sus Informes de Sostenibilidad y sus páginas web, solo un 20% mide la contribución que esta acción tiene.

Estos datos revelan la oportunidad que se presenta para fortalecer los propósitos de las organizaciones empresariales y para mejorar la involucración real de las empresas españolas en la Agenda 2030. Porque, además, los ODS representan mayores oportunidades de negocio en los próximos años. Según el informe Mejores negocios, un mundo mejor, elaborado por la Comisión de Comercio y Desarrollo Sostenible y presentado en el Foro Económico Mundial 2017, lograr los ODS puede generar al menos 12 billones de dólares o 380 millones de empleos a nivel mundial en 2030.

Son varios los estudios que predicen que los ODS serán difícilmente alcanzables en su totalidad para 2030. La vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, en una de sus intervenciones en la Asamblea General sobre el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya alertaba de la necesidad de aumentar el ritmo de progreso hacia el alcance de los ODS.

No obstante, desde una perspectiva positiva, esta situación supone un desafío y una oportunidad para todos. Volviendo a retomar el paralelismo con el deporte, podemos decir que tenemos ante nosotros unas Olimpiadas. Unos retos hacia los que dirigir nuestro esfuerzo por un bien común, y en el que todos y cada uno de nosotros importamos. Visualicemos nuestro objetivo, establezcamos la estrategia y midamos nuestra contribución. Seguro que, entre todos, lo conseguiremos.

 

Beatriz Rubio

Gerente Risk Advisory de Deloitte

 

Artículo incluido en el número de febrero de la revista Agenda de la Empresa