El Ministerio de Fomento, a través de la empresa pública SEITTSA, asume este miércoles 21 de febrero la explotación y el mantenimiento de la autopista de peaje R-4, que discurre entre Madrid y Ocaña (Toledo), como consecuencia de la liquidación de la sociedad concesionaria, que se encontraba en concurso de acreedores.

La R-4 será la primera de las ocho autopistas de peaje en quiebra que revertirá al Estado, que garantiza así la prestación del servicio y la subrogación de todo el personal de estas carreteras, cerca de 700 personas, en las mismas condiciones que en la actualidad.

La Ley de Contratos del Sector Público prevé que, en el caso de que una concesión de obra pública inicie la fase de liquidación en un concurso de acreedores, exista la obligación legal de resolver el contrato de concesión y que la infraestructura revierta a la administración concedente.

En la actualidad, hay ocho concesiones de autopistas de peaje que se encuentran en diversas fases de este proceso que culminará, previsiblemente, con dicha reversión.