Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.121 millones de euros en 2017, un 22% más que los 1.736 millones que logró en 2016, y alcanzando alcanzó el mayor resultado neto de los últimos seis años.

La gestión con foco en la creación de valor y la flexibilidad y diversificación que proporciona la integración de los negocios impulsaron el beneficio neto ajustado, que creció un 25%, hasta los 2.405 millones de euros, frente a los 1.922 millones de 2016.

El resultado del área de Upstream se situó en 632 millones de euros, 12 veces el obtenido en el ejercicio anterior. A este aumento contribuyeron las medidas adoptadas en su plan de sinergias y eficiencias, el reinicio de la actividad en Libia y la subida de los precios internacionales de referencia.

En cuanto al Downstream, el resultado, de 1.877 millones de euros, se mantuvo en línea con los de ejercicios anteriores, lo que referencia a esta división de negocio como gran generador de caja de la compañía. Durante el año, las áreas de Refino, Marketing, Trading y Gas & Power y Perú aumentaron sus resultados, el área de Lubricantes incrementó sus ventas y el área de Química mantuvo la robustez de los dos últimos años.

La buena marcha de los negocios de Repsol se tradujo en una subida del 29% del Ebitda, que con 6.723 millones de euros, logra el mejor dato del último quinquenio. Paralelamente, la compañía redujo su nivel de deuda un 23%, hasta situarla en 6.267 millones de euros al cierre del ejercicio.