La Delegación de Zardoya Otis en Málaga se ha unido a las celebraciones del 150 aniversario desde que el fundador de Otis, Elisha Graves Otis, presentara al gran público su revolucionario invento: el primer ascensor dotado con elementos de seguridad y, por tanto, seguro para personas. Además de ser un elemento de confort, los aparatos de transporte vertical han tenido en el urbanismo consecuencias difíciles de imaginar a primera vista.

Esta revolucionaria innovación tecnológica provocó una transformación en la arquitectura en los siglos XIX y XX, al posibilitar la construcción de las llamadas “ciudades verticales”. Así, a partir de la generalización del uso del ascensor, la construcción se desarrolló en altura, permitiendo que las ciudades se configurasen como hoy las conocemos. De hecho, la invención del ascensor eléctrico en 1889 fue un elemento clave para propiciar la edificación de los primeros rascacielos.

El primer edificio que contó con ascensor en Málaga no fue un precisamente rascacielos, sino el Silo del Puerto de Málaga.

Historia de un ascensor

Elisha Graves Otis creó la primera empresa de ascensores del mundo el 20 de septiembre de 1853, en una parte de la fábrica de somieres de Yonkers (Nueva York) donde había trabajado, inaugurando de esta forma la industria del ascensor con la fabricación de un aparato de su propia invención.

Un año después, en 1854, el invento desarrollado por Elisha G. Otis –un elevador con un dispositivo denominado paracaídas, que evitaba el desprendimiento de la cabina, incluso con la ruptura de los cables de suspensión–, fue mostrado al público en la Exposición Mundial que se celebró en el Palacio de Cristal de Nueva York.

En el transcurso de esta demostración, Otis se montó en el elevador repleto de cajas pesadas y barriles. Cuando llegó a una altura equivalente a cuatro pisos, Otis pidió a su asistente que cortara la cuerda de suspensión. El elevador cayó violentamente, pero en lugar de chocar contra el suelo, el mecanismo de seguridad por él inventado se puso en marcha, deteniendo el aparato. “Todos Seguros, caballeros” anunció mientras saludaba al asombrado público. Al poco de su efectiva demostración pública, Elisha G. Otis empezó a recibir pedidos de ascensores de diversos puntos del mundo.

El primer ascensor de pasajeros fue instalado por Otis en Nueva York en 1857, cuando el comerciante neoyorquino E.V. Haughwout pidió a Otis que instalara un ascensor en la fachada acristalada de sus grandes almacenes, de cinco pisos de altura. Una vez instalado el ascensor, la gente acudía a los almacenes Haughwout sólo para ver cómo funcionaba el ascensor.

Rápidamente los ascensores se convirtieron en objeto de atracción de hoteles y almacenes de las grandes ciudades, y en el plazo de diez años los ascensores de Otis estaban vendiéndose en todo el mundo. Sus modelos fueron los primeros instalados en la Casa Blanca, en el monumento a Washington y en la Torre Eiffel.

Zardoya Otis en Málaga

Zardoya Otis está presente en Málaga desde el año 1.967. Entre los edificios más emblemáticos de la provincia en los que Zardoya Otis ha instalado sus equipos de elevación se encuentran La Alcazaba, El Corte Inglés y el Larios Centro.

La Dirección de Zona de Málaga, que cuenta con una plantilla de 169 personas, mantiene una cartera de 9.800 ascensores y dispone de 95 vehículos para dar servicio a los clientes que dependen de esta dirección. Actualmente cuenta con 12 delegaciones locales en Almería, Marbella, Fuengirola, Torremolinos y oficinas de servicio en Melilla, Antequera, Torre del Mar, Estepona, Garrucha, Albos, Huercal- Overa y Roquetas de Mar.

El Grupo Zardoya Otis es la compañía líder del sector del transporte vertical en la Península Ibérica, con un parque de mantenimiento de más de 200.000 ascensores, escaleras mecánicas y andenes móviles.