Ikea cerró el pasado 31 de agosto su año fiscal 2017, con una facturación de 1.466 millones de euros en España y con el incremento de su plantilla en 518 nuevos puestos respecto al cierre del año previo, un 6,3% más, alcanzando los 8.676 empleados.

Durante el pasado año fiscal, las tiendas de empresa sueca en España facturaron 77,2 millones de euros (cerca de un 6% de las ventas totales) por la venta de productos relacionados con una adecuada gestión de la energía, el agua y los residuos en el hogar, generaron 11,5 kWh de energía renovable propia y destinaron cerca de 700.000 euros al impulso de acciones para crear un mejor día a día en su entorno, especialmente en favor de colectivos en riesgo de exclusión social, como el refugiado o la infancia más vulnerable, y otros como el universitario.

El Ebitda se ha situado en los 130 millones de euros y el beneficio neto en 98 millones. Todos los mercados de la compañía experimentaron crecimiento de su actividad: Cataluña, 356 millones; Madrid, 342,6 millones; Andalucía, 257,4 millones; Levante (Murcia y Valencia), 212,4 millones; Noroeste (A Coruña y Asturias), 103,9 millones; Norte (Barakaldo y Pamplona), 98 millones; y Central (Zaragoza y Valladolid), 95,7 millones.

Asimismo, aumentó los visitantes a las tiendas en más de 200.000 personas respecto al año anterior, hasta los 40,6 millones de personas, y a su página web, con 108,7 millones de visitas (+13,5%).