Gas Natural Fenosa alcanzó en el primer trimestre del año un beneficio neto de 320 millones, un 7,4% más que en el mismo periodo del año anterior.
El Ebitda fue de 1.053 millones, lo que supone un incremento del 2,7%. Este aumento responde principalmente “al buen comportamiento del negocio de comercialización de gas y mayores eficiencias. La depreciación de las divisas frente al euro tuvo un impacto negativo de 43 millones de euros respecto al mismo periodo del año anterior. Sin este efecto, el incremento del Ebitda hubiese sido del 7%”.
La aportación de la distribución de gas y electricidad al Ebitda fue del 57%, mientras que la de generación y comercialización fue de 43%. El Ebitda de la actividad en España de la compañía aumentó un 6,5% y representó el 55,7% del total. El restante, un 44,3%, correspondió a la actividad internacional.
Las plusvalías generadas en el trimestre, como consecuencia de la venta de negocios no estratégicos (168 millones de euros) “se han dotado íntegramente a provisiones por potencial deterioro de activos como consecuencia de la posible discontinuación de diversos negocios en el marco de la optimización de la cartera”.
El Ebitda en términos recurrentes creció un 7,8% apoyado por las mejoras del negocio de gas y las eficiencias, aunque esto estuvo afectado parcialmente por un efecto negativo de traslación de divisas en la actividad internacional. Por su parte, el beneficio (BDI) creció, también, en términos recurrentes, un 32,8% apoyado en el crecimiento orgánico de la actividad y la continua optimización y reducción del coste de la deuda.
Optimización de la deuda financiera
A cierre del primer trimestre, la deuda financiera neta de la compañía fue de 13.031 millones de euros y situó el ratio de endeudamiento en el 39,5%, frente al 44,4% del mismo periodo del año anterior. El ratio de Deuda Neta/Ebitda fue de 3,3 veces.
El coste de la deuda financiera neta del primer trimestre del ejercicio 2018 asciende a 138 millones, inferior al mismo período del año anterior debido a la reducción de tipos en nuevas emisiones, que refinancian deuda que ha llegado a vencimiento o se utilizan para la recompra de bonos, así como la cancelación de préstamos bancarios.
De este modo, el coste medio de la deuda financiera bruta se reduce del 3,4% al cierre del ejercicio 2017, al 3,0% en el primer trimestre del 2018, con el 84% de la deuda a tipo fijo.