A partir de las estimaciones realizadas, el Banco Central Europeo (BCE) ha fijado en 474,8 millones de euros el importe de las tasas relacionadas con la supervisión prudencial del sistema bancario en 2018. Unidas al superávit de 27,7 millones de euros correspondiente a 2017, las tasas cubrirán el importe total de los gastos de supervisión en 2018, estimados en 502,5 millones de euros.

Aproximadamente el 90% de las tasas serán abonadas por las entidades de crédito significativas y el 10% restante por las entidades menos significativas.

La estimación es superior a la de 2017 (425 millones de euros tras tener en cuenta el superávit no gastado de 41,1 millones de euros correspondiente a 2016), debido a factores tanto externos como internos y a las diferentes prioridades supervisoras establecidas por el BCE para 2018. Estos factores tienen en cuenta la salida del Reino Unido de la UE (Brexit) y los costes asociados a la participación del BCE en las pruebas de resistencia bienales para entidades de crédito significativas de la Autoridad Bancaria Europea en 2018.

Por su parte, el presupuesto destinado en 2018 a la revisión plurianual específica de modelos internos (TRIM) actualmente en curso se mantiene estable respecto a 2017.