Con la subida del IVA que entrará en vigor el próximo 1 de julio, el Estado prevé recaudar 5.150 millones de euros. El Gobierno defiende que se ha visto obligado a adoptar esta decisión como consecuencia de la pérdida de ingresos por la crisis económica. El incremento del IVA en un contexto de crecimiento podría asumirse con relativa facilidad por empresas y consumidores, pero en un momento de profunda crisis, como el actual, donde todos estamos al límite, ese incremento resultará gravemente perjudicial para las pymes, tanto si asumen ellas mismas el incremento, porque empeorará aún más sus cuentas de explotación, como si lo repercuten en el precio, porque provocará una mayor caída de la demanda. Además, el actual momento de recesión provoca una fuerte competencia que impedirá que las empresas puedan trasladar el incremento del IVA a los precios finales. El margen de las empresas se reducirá entre un 12,5% y un 14,28%. ¿Y en las familias? ¿Cómo afectará esta subida del IVA? Según cálculos de la Organización de Consumidores y Usurarios (OCU), cada hogar tendrá que pagar una media de 288,54 euros más al año si se repercute totalmente la subida del IVA en todas sus compras. Ahí es nada. En suma, las previsiones de la Comisión de Bruselas para 2010 han dado pie a argumentar que esta subida dañaría todavía más la recuperación económica. El Estado vuelve a improvisar y equivocarse con una nueva medida, pero en esta ocasión con una que afectará muy directamente a todos nuestros bolsillos. Aunque en una cosa sí tiene razón el Gobierno: ésta es la única manera de seguir viviendo por encima de nuestras posibilidades.