Recientemente, tuve la oportunidad de pasar una velada con el nuevo presidente de Microsoft en Canadá, Kevin Peesker.

Charlando de todo un poco, captó mi atención la referencia que hizo a un artículo que publicó recientemente que transmitía un mensaje fundamental: “hoy en día los denominados “activated data” son la brújula que gobierna, desde nuestros coches hasta las tareas de toma de decisión en tiempo real”.

En el artículo, Peesker hablada de Mojio, una empresa que proporciona un acceso sencillo y rápido a los datos generados por su vehículo a través de una aplicación que le permite planificar y registrar viajes, compartir información sobre la conducción y conocer el estado del vehículo. La información recabada por Mojio viene estructurada conforme a criterios definidos por el ser humano, y esto se puede extrapolar a cualquier escenario, “la información enriquecida es el combustible que garantiza el correcto funcionamiento del motor que hacer funcionar a la transformación digital”. Es un claro ejemplo de la “hiperconvergencia” de la información. Desde el punto de vista de la gestión de las compras, si el objetivo de las organizaciones compradoras es impulsar su ventaja competitiva y sus resultados finales, no nos tendremos que parar solo en la utilización de tecnologías convergentes, sino también tendremos que alcanzar la completa armonización de los datos.

En su forma más básica, la armonización de datos es “el proceso de recopilar datos desde diferentes fuentes y formatos, para interconectarlos racionalmente, convirtiéndolos en una masa cohesionada”.

Pensémoslo un momento. Si dependemos de los datos para tomar decisiones en tiempo real, tal como se utiliza en IoT (Internet de las Cosas), entonces esos datos tienen que ser consistentes y precisos. En el mercado global actual, estos retos de integración se persiguen no solo en el caso de fusiones, sino en cualquiera de las facetas estructurales de una compañía. De hecho, cuando se trata de la actual complejidad de la naturaleza evolutiva de las relaciones comerciales y de sus implicaciones en la recopilación de datos, “no saber lo que vas a conseguir es más cierto hoy que en períodos pasados”.

Cuanto más dependamos de los datos que manejan cada aspecto de nuestro negocio, más vulnerables nos volvemos. Reflexionen. Si los datos son realmente el combustible que se necesita para el motor de la nueva era digital, entonces, querremos que éste sea lo más puro y fiable posible, con el fin de evitar quedarnos tirados en medio de la nada.

Filtración de datos. Una de las mayores críticas contra las plataformas ERP tradiciones, sobre todo desde el punto de vista de las compras, es el hecho de que, en el momento en que los datos llegan al director de Compras, ya están desfasados.

Esto ha hecho que las soluciones actuales basadas en la nube hayan abordado la velocidad de la transmisión de los datos. ¡Lo bueno, si breve, dos veces bueno, pero lo malo, si breve, dos veces malo!

Por lo tanto, al final, la armonización de datos no consiste solo en reunir todos los datos desde un punto de vista de múltiples fuentes, sino en reunir los datos “filtrados inteligentemente”.

Para hacer todo esto con la mejor eficiencia, necesita un proceso de gestión de la calidad del dato sólido y que pueda identificar y corregir en tiempo real las inconsistencias y, de esta manera, poder mantener el más alto nivel de integridad y conocimiento de su información. Ahora más que nunca, la armonización de todos los datos que posee se convierte en el combustible que alimenta el motor de la transformación digital.

 

Jon Hansen | Supply Chain Management and Procurement expert

Artículo incluido en el número de mayo de la revista Agenda de la Empresa