Los programas de recolocación son procesos de acompañamiento para todos aquellos profesionales que, por circunstancias diversas, se ven obligados a desvincularse de las organizaciones. Pudiendo ser individuales o colectivos, el objetivo principal de dichos programas de transición de carreras no es otro que guiar a dicho profesional en su nueva etapa, definir su objetivo, potenciar la mejora de su empleabilidad y generar nuevas oportunidades profesionales que encajen con sus expectativas en el menor tiempo posible.

Según un estudio de Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco, el tiempo medio de búsqueda de empleo de las personas que han participado en planes de recolocación es de 6,3 meses, frente a los 15,8 meses de media en España, lo que supone que los programas de outplacement consiguen reducir en 2,5 veces el tiempo medio para encontrar empleo en nuestro país.

El 85% de las personas recolocadas ha tardado menos de un año en ocupar un nuevo puesto de trabajo: el 8% lo ha logrado en menos de tres meses, el 44% en un período de entre tres y seis meses y el 33%, entre seis y 12 meses.

El perfil más habitual de un candidato recolocado es el de un hombre o mujer indistintamente (50%/50%), de unos 43 años de edad (el 74% tiene entre 30 y 50 años) y con un perfil profesional de técnico (el 62%).

Además, el estudio señala que, de todas las personas que han seguido trabajando, el 86% lo ha hecho por cuenta ajena y el 14%, por cuenta propia. El número de profesionales que se decantan ahora por el autoempleo se ha incrementado en tres puntos porcentuales en tan solo un año.

Entre los que han elegido un camino diferente al empleo, destacan los que han continuado su formación (el 39%), los que han emprendido estudios de larga duración (28%) y los que han decidido jubilarse o prejubilarse (un 28%).

Por comunidades, la Comunidad de Madrid y Cataluña son las dos regiones en las que se lleva a cabo un mayor número de programas de outplacement, y entre las dos conforman más de la mitad de estas iniciativas.