A pesar de la reciente moderación, el crecimiento económico mundial seguirá siendo sólido y se ubicará en un 3,1% en 2018, antes de desacelerarse gradualmente en los próximos dos años, a medida que se modere el crecimiento de las economías avanzadas y la recuperación de las principales economías en desarrollo y mercados emergentes exportadores de productos básicos se normalice, según informó el Banco Mundial.

“Si logra sostenerse, el sólido crecimiento económico que hemos visto este año podría ayudar a millones de personas a salir de la pobreza, en particular en las economías de rápido crecimiento de Asia meridional”, señaló el presidente del Grupo del Banco Jim Yong Kim. “Pero el crecimiento por sí solo no será suficiente para abordar los bolsones de pobreza extrema que se observan en otras partes del mundo. Los funcionarios responsables de diseñar políticas deben procurar encontrar formas de respaldar el crecimiento en el largo plazo (impulsando la productividad y la participación en la fuerza de trabajo), a fin de acelerar los avances hacia los objetivos de poner fin a la pobreza e impulsar la prosperidad compartida”.

Se espera que la actividad en las economías avanzadas se incremente un 2,2% en 2018 para luego moderarse y mostrar una tasa de expansión del 2% el año próximo, a medida que los bancos centrales eliminen gradualmente los estímulos monetarios, según se afirma en la edición de junio de 2018 del informe sobre las perspectivas económicas mundiales.

Las proyecciones indican que el crecimiento total en los mercados emergentes y las economías en desarrollo se consolidará y alcanzará el 4,5% en 2018 y el 4,7% en 2019, dado que madurará la recuperación de los países exportadores de productos básicos, y los precios de dichos productos se estabilizarán tras el incremento de este año.

Este panorama está expuesto a “considerables riesgos adversos”. De esta forma, el Banco Mundia explica que, por una parte, se ha incrementado la posibilidad de que surjan episodios de volatilidad desordenada en el mercado financiero, y se ha elevado también el grado de vulnerabilidad de algunas economías en desarrollo y mercados emergentes a tales alteraciones. Asimismo, la inclinación en favor del proteccionismo comercial también se ha acentuado, mientras que la incertidumbre respecto de las políticas y los riesgos geopolíticos permanecen elevados.