El Consejo de Gobierno del BCE ha llevado a cabo una revisión detallada del progreso hacia un ajuste sostenido de la senda de la inflación, teniendo en cuenta asimismo las últimas proyecciones macroeconómicas de los expertos del Eurosistema, medias de precios y presiones de los salarios así como las incertidumbres referidas a las perspectivas de inflación.

En primer lugar, en relación con las medidas de política monetaria no convencionales, el Consejo de Gobierno continuará las compras netas de activos en el marco del programa de compras de activos (APP) al ritmo actual de 30 mil millones de euros mensuales hasta el final de septiembre de 2018.

El Consejo de Gobierno anticipa que, tras septiembre de 2018, siempre que los nuevos datos confirmen las perspectivas de inflación a medio plazo del Consejo de Gobierno, el ritmo mensual de las compras netas de activos se reducirá a 15 mil millones de euros hasta el final de diciembre de 2018 y que las compras netas cesarán a partir de entonces.

En segundo lugar, el Consejo de Gobierno mantendrá su política de reinvertir el principal de los valores adquiridos en el marco de este programa que vayan venciendo, durante un período prolongado tras el final de sus compras netas de activos y, en todo caso, durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables y un elevado grado de acomodación monetaria.

En tercer lugar, el Consejo de Gobierno ha decidido que los tipos de interés aplicables a las operaciones principales de financiación, la facilidad marginal de crédito y la facilidad de depósito se mantendrán sin variación en el 0,00%, el 0,25% y el -0,40% respectivamente.

El Consejo espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales hasta al menos durante el verano de 2019 y en todo caso durante el tiempo necesario para asegurar que la evolución de la inflación se mantiene en línea con las actuales expectativas de una senda de ajuste sostenido.

“Las decisiones de política monetaria adoptadas hoy mantienen el elevado grado de acomodación monetaria que asegurará la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a medio plazo”, argumenta el organismo.