Los artistas que estudiaron en Rusia se limitaron a un cierto conjunto de temas. Hasta mediados del siglo XIX, se les exigió principalmente que realizaran  composiciones sobre temas históricos, incluidos mitológicos y bíblicos. Pero, desde la segunda mitad del siglo XIX se sintieron en Rusia mucho más libres que antes. Sin embargo, en las obras de muchos de ellos se mantiene el entusiasmo por lo que se vio, ya sea solo violetas entre hojas verdes en un carro, como sucede con Joseph Krachkovsky (“Violetas de Niza”, 1902), París y los parisinos en Clement Redko (1920), El Cairo, con su distintivo aire oriental en Konstantin Makovsky (“Traslado de una alfombra santa en El Cairo”, 1876) o en los Estados Unidos en Alexander Deineka (mediados de 1930) con rascacielos, hermosas calles y automóviles.

Italia, Francia, Egipto, Palestina, Japón, China, Marruecos y Estados Unidos son los países que visitaron estos artistas rusos en los siglos XIX-XX y que, en forma de dibujos, pinturas y esculturas el Museo Ruso muestra, en una pequeña selección, en Málaga, hasta el 26 de agosto a través de la exposición La mirada viajera. Artistas rusos alrededor del mundo.

Foto: CONCIERTO NEGRO. 1935. ALEXANDER DEINEKA