Durante   el  primer  semestre  de  2018,  el  Grupo  incrementa  sus resultados,  y  mejora  trimestre tras trimestre sus indicadores de riesgo, manteniendo elevadas tasas de cobertura, incrementando sus altos niveles de
solvencia y preservando su fortaleza financiera.

El  margen de intereses sube un 4,2% en relación con el mismo período del año 2017.

Las  nuevas  operaciones de crédito concedidas han crecido un 42% (un 45%  en  empresas y un 36% en particulares) respecto al segundo semestre de 2017. El crédito normal (sin ATAs) crece en el año un 1,8%.

Los  recursos  de  clientes  minoristas  aumentan un 3,8% interanual, impulsados por los recursos fuera de balance y los depósitos a la vista.

Se  acelera  el proceso de disminución de los activos no productivos, con  reducciones del 23,3% interanual (1.248 millones de euros) y del 10,2% en  el  año  (470  millones de euros). En términos netos de provisiones, su peso sobre el balance total disminuye del 3,6% al 2,9% en el semestre.

La  tasa  de  morosidad  baja 1,1 p.p. en los seis primeros meses del año,  hasta  situarse  en  el  7,6%,  manteniéndose los elevados niveles de cobertura: 54,9% en dudosos y 63,8% en adjudicados.

El Grupo presenta altos niveles de solvencia y continúa reforzando su base  de  capital:  la ratio CET1 regulatoria mejora en 0,8 p.p. en el año, hasta el 15,3%, siendo una de las más elevadas del sector, con un excedente sobre  los  requerimientos  SREP para 2018 de 722 p.b., equivalente a 1.724 millones de euros.

El  Grupo  sigue  manteniendo  una  holgada posición de liquidez, con activos  líquidos  disponibles  que  suponen  una  cuarta parte del balance total.