Desde hace años, se viene hablando del concepto de Smart Consumer, que es aquél usuario que se informa, consulta, y compara antes de tomar una decisión de compra.

Hoy en día, en un mundo cada vez más digitalizado y con acceso cada vez más rápido y fácil a cualquier información, todos somos en mayor o menor medida Smart Consumers. La clave para las empresas, y en especial para las pymes, es averiguar cómo llegar y fidelizar a dichos usuarios sobre-informados, con tantas opciones, y que evitan en lo posible las ventas impulsivas.

Con el auge de internet, los envíos a domicilio que son cada vez más rápidos y en muchas ocasiones gratuitos, las devoluciones sencillas, etc., el pequeño comercio se ve obligado a innovar y buscar nuevas formas de llegar a este usuario hiperconectado.

Para ello debe fortalecer las acciones on-site clásicas que lo diferencian, sin olvidarse de generar nuevas acciones online que lleguen al consumidor justo cuando éste compare, se informe, y consulte sobre los productos.

El comercio de toda la vida ha de potenciar la atención personalizada, algo que en el mundo digital se busca con ahínco pero que aún resulta bastante frío. La posibilidad de hablar en persona y aconsejar al cliente con lo que más le conviene, es un añadido que el comercio físico tiene sobre cualquier competidor online, y sin duda alguna ha de explotar esta ventaja.

Otro clásico son las promociones y ofertas que permiten rivalizar con los precios tan competitivos del mercado y con las múltiples opciones disponibles online. También ha de hacerse énfasis en la comodidad y rapidez que ofrece el comercio físico; el usuario no tiene que esperar a que llegue el producto sino que se lo lleva al momento, y además está 100% seguro de qué está comprando, evitando así sorpresas desagradables con productos que no concuerdan con la descripción web.

Pero las pymes han de ir mucho más allá y encontrar el modo de conseguir que el Smart Consumer no solo llegue a su establecimiento, sino que además regrese. Este nuevo consumidor, definido anteriormente, tiene mucho en común con el usuario de Cashback World, -comunidad internacional de compras presente en 47 países y que ya cuenta con más de 11 millones de usuarios a nivel mundial-. Ambos buscan múltiples y variadas opciones de compra, así como adquirir productos y servicios de la forma más ventajosa posible. El Smart Consumer antes de contratar, va a comparar para asegurarse de cuál es verdaderamente su mejor opción. El usuario de Cashback World también y además siente que compra de forma inteligente ya que recibe reembolso de dinero en efectivo (Cashback), y puntos acumulables y canjeables (Shopping Points), con cada compra que realiza en los establecimientos comerciales adheridos de manera online.

Plataformas de este tipo ponen al alcance de las pymes herramientas digitales como aplicaciones móviles que geolocalizan al usuario y le muestran un mapa con los establecimientos comerciales adheridos más cercanos a él que ofrecen el producto que busca. Este es el caso por ejemplo de la Cashback App de Cashback World, que además fideliza al consumidor ya que éste siente pertenencia a una comunidad de compras, que además le da ventajas.

Hay que considerar además que este consumidor digitalizado no solo compara sino que sabe distinguir en qué plataforma puede o no confiar. Y comprará a través de aquella que sea seria y con prestigio, ya que le transmitirá confianza. Se basará en opiniones y en datos como el número de clientes. Y las empresas que quieran llegar a ellos deberán cumplir con la regla de las tres B “Bueno, Bonito, y Barato”;

Bueno o confiable, con prestigio, con usuarios informados, recomendadores o influencers…

Bonito, que ofrezca justo lo que busca; variedad de productos, de opciones donde adquirir el mismo producto…

Barato; que sea la mejor opción para cada consumidor concreto.

Esto, que parece tan sencillo, para una pyme puede ser algo muy difícil de ofrecer por su cuenta propia.

La pyme española de hoy en día ha de ofrecer acciones diferenciadoras que lleguen al usuario justo donde está y en el momento exacto. Desarrollar una web, una aplicación móvil, etc. puede ser una tarea ardua y costosa, pero hay que considerar que no basta con desarrollarlo sino además hay que mantenerlo; actualizar la web con ofertas, que la aplicación funcione correctamente, solucionar incidencias de los usuarios online… Y a pesar de que cada vez se focaliza más en la formación de la pyme en materia digital y de marketing, la realidad muestra que aún queda mucho camino por recorrer.

Alcanzar el “Bueno, Bonito, y Barato” es un reto enorme incluso para las pymes más innovadoras. Sin embargo las plataformas de consumidores sirven de intermediario entre los comercios y los usuarios, y son una de las opciones “win win” actuales más pujantes para las pymes ya que no solo ofrecen ventajas a los clientes sino también a los negocios. Y una de estas plataformas con más desarrollo en España es Cashback World cuyas pymes adheridas -más de 3.500 en España- consiguen una mayor visibilidad, una fácil y rápida digitalización, y asesoramiento en materia de promoción y marketing. Con esta plataforma las pymes consiguen cumplir con el “Bueno, Bonito y Barato”, claves para llegar y fidelizar al Smart Consumer.

También los cada vez más numerosos Smart Consumers encuentran su sitio de forma natural, ya que reciben ventajas por todas sus compras habituales, las cuáles siguen realizando directamente en sus establecimientos de confianza incluyendo en las más de 350 grandes marcas online disponibles dentro de la comunidad de compras en España. Y lo hacen de forma rápida y sencilla bien físicamente bien a través de canales digitales como las web o la Cashback App.

 

Joaquín García de la Brena

Managing Director de Cashback World España