Más de tres millones de personas se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión en Andalucía, un 37,3% del total de la población según la tasa AROPE. Es uno de los datos que recoge el 7º Informe sobre el Estado de la Pobreza en Andalucía, publicado por la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-A) en el marco de la semana en la que se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

“Aunque en este último año se han logrado modestas mejoras en algunos indicadores, Andalucía sigue a la cabeza de un lacerante ranking estatal de pobreza”, ha expresado el presidente de EAPN-A, Juan Reyes, durante la presentación del informe. La citada tasa AROPE es más de diez puntos superior a la media estatal y la tercera mayor de todas las comunidades, por detrás de Extremadura y Canarias. Respecto a 2008, este indicador no solo no desciende, sino que hoy en día hay medio millón más de andaluces y andaluzas en riesgo de pobreza y/o exclusión. “10 años después, la situación sigue siendo crítica en Andalucía, donde la pobreza se ha cronificado”, ha dicho Reyes.

Si bien la tasa de Carencia Material Severa ha descendido, desde EAPN-A se destaca la “democratización de la pobreza”, que afecta a las capas sociales intermedias. Así, el informe destaca el porcentaje de personas que no pueden permitirse ir de vacaciones una semana al año (47,9%, la cifra más alta de España) y quienes no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos (49,1%). Respecto a la Tasa de Pobreza Severa -personas con rentas inferiores al 30% de la mediana- es del 9,2%, el tercer mayor porcentaje de todas las comunidades españolas.

“Hay quienes sostienen que hemos salido de la crisis económica, pero entonces tendremos que hablar, al menos, de una crisis de las personas, que conviven con la precariedad y la inseguridad en la cobertura de sus necesidades básicas”, ha afirmado el presidente de EAPN-A. Un 32,9% de las pensiones están por debajo del umbral de pobreza, y el porcentaje sube al 46,1% en las de viudedad. Pero las personas mayores no son el único perfil reflejado por el informe: “La pobreza en Andalucía tiene múltiples rostros”, ha señalado Reyes, citando su especial incidencia en trabajadores y trabajadoras pobres, infancia y juventud, así como en las mujeres andaluzas.

Panorámica de la pobreza en Andalucía

Además del primer bloque con datos de pobreza y exclusión social, el informe tiene una segunda parte en la que se ofrece una panorámica de algunos ámbitos en los que estos fenómenos se ven reflejados. Este año se incluye un apartado de género, enfoque que “reclamaba un espacio para examinar de forma transversal las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres y las particularidades de la pobreza en femenino”, ha explicado Susana González, vocal de EAPN-A. La máxima manifestación de este desequilibrio es la violencia de género: Andalucía es la comunidad con más mujeres víctimas de violencia de género (34.543, una subida del 21,7% respecto al año previo) y con más denuncias presentadas (35.398, incremento del 18%).

Pero la desigualdad de género y la discriminación son palpables también en la realidad laboral de Andalucía, donde la brecha salarial supera el 30%: las mujeres cobran de media 3.853€ menos al año que los hombres. “Son las familias, y dentro de ellas las mujeres con el trabajo no remunerado de cuidados, quienes han compensado los recortes en gasto social”, según González. La parcialidad -en la mayoría de casos, no elegida- de la jornada laboral es casi el doble para las mujeres: 43,88% de las trabajadoras frente a un 22,3% de los hombres.

En vivienda, la recuperación del negocio inmobiliario no ha conllevado que las familias estén accediendo a ella en mejores condiciones. Andalucía se sitúa como la primera comunidad en ejecuciones hipotecarias (7.002 a lo largo de 2017) y en desahucios por impago de hipotecas (5.150), mientras que los desahucios por alquileres subieron un 8% hasta los 4.713.

Para la vocal de EAPN-A, “estamos asistiendo a la crónica de una crisis inmobiliaria anunciada por el propio Banco Central Europeo”. La nueva burbuja también dificulta el pago de los suministros básicos: un 8,4% de la población andaluza no puede permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada y un 16% apenas consume energía para evitar el gasto que supone, lo que sitúa a Andalucía como tercera comunidad con mayor tasa de pobreza energética escondida.

Los datos sobre infancia del informe revelan que el riesgo de pobreza y exclusión alcanza a un 38,7% de la población andaluza menor de 18 años, un 7,4% por encima de la media de España. Respecto a educación, nuestra región ocupa el tercer lugar estatal en abandono escolar con un 23,5%, solo por detrás de Melilla y las Islas Baleares. También es alarmante el 21,4% de jóvenes que ni estudian ni trabajan (tercera comunidad con un mayor índice) “en muchos casos porque no pueden”, ha matizado González aludiendo a la alta tasa de paro joven (49,1%) en Andalucía.

En materia de empleo y pese a que la comunidad lideró su aumento en 2017, las estadísticas muestran síntomas de pobreza laboral. Andalucía es junto a Extremadura la región con salarios más bajos, con una remuneración media de 14.868€ frente a los 18.835 euros de la media estatal (un 21,1% inferior). Además, tres de cada diez personas trabajadoras andaluzas no superan los 327 euros al mes, lo que indica empobrecimiento grave a pesar de tener una nómina.

Por último, el informe de este año añade un epígrafe dedicado a fiscalidad, ya que para EAPN-A “cuando el sistema tributario no es eficiente, puede derivar en un incremento de la pobreza y la desigualdad como el que estamos viviendo”. A pesar del crecimiento del PIB, cada ciudadano/a de Andalucía tiene una renta anual casi 2.000 euros inferior a la media nacional. Asimismo, la lucha contra el fraude fiscal arrojó datos contundentes en 2017, año que Andalucía cerró con 420 causas pendientes por delitos económicos contra la Hacienda Pública, valorados en 720 millones.