Bastante sonado en los medios de comunicación ha sido la actuación de la Brigada de Delitos Informáticos de la Policía Nacional. Personalmente sigo con atención todas las actuaciones de los cuerpos del estado en materia de ciberdelincuencia, y realmente podemos estar orgullosos de contar con verdaderos profesionales (que siempre es de agradecer en materia de internet), en definitiva: España cuenta con un cuerpo muy especializado en delincuencia y que algo funcione en este país, y en materia de nuevas tecnologías es más que elogiable.

El día de internet (17 de mayo) se detuvieron en varias provincias de España, a un grupo de hackers que operaban en la red desde hacia unos años. No se conocían entre ellos y las edades comprendían entre los 16 y los 20 años, probablemente fundaron el grupo siendo todos menores de edad. Este equipo, al que se atribuyen más de 21.000 ‘ataques' a otras tantas páginas web en un periodo de dos años, ostentaba el quinto puesto en el ranking mundial de ‘crackers'. La investigación comenzó cuando se produjo el ataque a la web de Izquierda Unida y al servidor donde estaba alojado en los previos a las elecciones del 9 de marzo y concluyó casualmente el día de internet y nuevas tecnologías.

¿Han detenido a unos peligrosos delincuentes? Realmente no lo sé, pero ¿qué es un delincuente en la red? La fauna delictiva que puebla internet es exactamente igual de rica que la existente en el mundo real: pederastas, traficantes, ladrones, proxenetas, etc. Para la mayoría de los delitos que se cometen la ley actúa independientemente del medio donde se realice (prensa, internet, TV), pero ¿son estos cinco chicos delincuentes tal y como habla el código penal? ¿existen 'acciones' -no quiero usar la palabra delito- que deberían considerarse delito?

Uno de los ellos había publicado artículos relacionados con técnicas de ‘hacking' en foros de seguridad informática conocidos a nivel mundial e incluso diseñaba sus propios programas maliciosos que explotan fallos de seguridad y vulnerabilidades de los sistemas, como los llamados ‘exploits' o ‘troyanos'. El resto son estudiantes de informática con demostrados conocimientos de la red. Encontrar un agujero en un servidor, conocer vulnerabilidades, fallos en los sistemas, todos esos descosidos que existen en el tejido de la red son descubiertos (no siempre explotados) por chicos como los que han detenido, digamos que son los punk de la red (ciberpunk), teenagers con amplios conocimientos y una rebeldía propia de su edad que ha puesto al descubierto cientos de páginas que cuestan miles y miles de euros. Gracias a esa gente, el resto de profesionales (que previamente descuidó su seguridad y la de sus clientes) actualizan, parchean y solucionan las deficiencias que antes desconocían.

El que la red sea un tejido estable y seguro es necesario para nuestro desarrollo y para el futuro de la sociedad en red. Siempre que se produce una detención de este tipo suelen acompañarse con cifras de pérdidas de las empresas de telefonía y servicios, pues bien, esas empresas que airean sus 'pérdidas' deben recordar que están cobrando por unos servicios seguros, ¿o existe un descuento por demostrar que un sistema no era fiable? Y también deben tener en cuenta, que gracias a esos chicos que aparecen como delincuentes, la red es cada día más segura: cada parche, cada exploit, cada hackeo que se descubre es coser un descosido que uno de estos chavales vio primero, y sin cobrar.

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