La Comisión Europea (CE) ha rebajado dos décimas su previsión de crecimiento para España hasta el 2,6% en 2018 y el 2,2% en 2019. Además, la Comisión Europea ha aumentado el déficit público previsto para ambos ejercicios, hasta el 2,7% y 2,1% del PIB respectivamente.

“Ahora en su quinto año de expansión, la economía española comenzó a mostrar signos de leve desaceleración en el primer semestre del año” destaca el capítulo dedicado a nuestro país, apuntando como causa a la “desaceleración del consumo privado”. Además, indica que la “sólida” expansión del empleo y el crecimiento “acelerado” de los salarios “deberían seguir apoyando el aumento de la renta disponible”.

En cuanto al empleo, el informe subraya que “se espera que el crecimiento del empleo se ralentice como consecuencia de la desaceleración de la demanda final, así como el efecto amortiguador del aumento previsto en el salario mínimo”. “El desempleo seguirá cayendo para alcanzar en 2020 el 13,4%, el nivel más bajo desde 2008”, remarca.

Rebaja la previsión en la zona euro

Bruselas prevé que el crecimiento en la zona del euro disminuya desde el 2,4% en 2017, la cifra más alta en diez años, al 2,1% en 2018, antes de moderarse aún más hasta el 1,9% en 2019 y el 1,7% en 2020. El mismo patrón está previsto en la EU27, con una previsión de crecimiento del 2,2% en 2018, el 2,0% en 2019 y el 1,9% en 2020.

“La coyuntura mundial excepcionalmente favorable del año pasado ha contribuido a favorecer una inversión y una actividad económica sólidas en la UE y la zona del euro. A pesar de un contexto de mayor incertidumbre, se prevé que todos los Estados miembros sigan creciendo, aunque a un ritmo menor, gracias a la fortaleza de la inversión y el consumo interior. Evitando grandes perturbaciones, Europa debería ser capaz de mantener un crecimiento económico superior al potencial, una fuerte creación de empleo y la reducción del desempleo. Sin embargo, esta hipótesis de base está sujeta a un número creciente de riesgos a la baja interconectados”, destaca el informe.