El próximo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Con motivo de esta conmemoración, Adecco y la Fundación Adecco han realizado el tercer informe del Perfil de la Mujer Trabajadora en nuestro país, en el que se analiza cuáles son los puestos y sectores donde las mujeres desarrollan sus carreras profesionales y cuál es su proporción en el total de los trabajadores contratados por Adecco y la Fundación Adecco en las diferentes Comunidades Autónomas.

En esta ocasión, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora cobra un tinte especial por dos motivos. Por un lado, es la primera vez que este día transcurre respaldado por un marco legal definido, ya que este mes se cumplirá el primer aniversario de la creación del Ministerio de Igualdad, que surgió precisamente para velar por los derechos de la mujer en nuestro país. En segundo lugar, a lo largo del último año la crisis económica se ha manifestado con toda crudeza hasta convertirse en la estrella de la actualidad internacional, cuestión que ha repercutido en todos los frentes y sectores de actividad, precipitando los reajustes de plantilla en un número importante de las empresas y atacando los hábitos de consumo de las familias. Sin embargo, pese a los efectos de la recesión, el perfil de la mujer trabajadora andaluza no ha sufrido alteraciones con respecto a años anteriores: se mantiene como el de una joven española de entre 18 y 30 años, con estudios elementales que desarrolla su carrera profesional en el sector servicios a jornada completa.

La mujer, primera fuerza laboral en tiempos de crisis

Antes de entrar en mayor detalle, debemos preguntarnos cómo se han visto afectadas las mujeres por las turbulencias económicas. Según los datos de la última EPA, durante el pasado año el número de hombres en paro creció más del doble que el de las mujeres en Andalucía, siendo 215.000 hombres nuevos en paro (un 93% más) frente a 113.300 mujeres (un 38% más). Con estos datos, la tasa de paro masculino se situó en un 19,7%, 9,25 puntos porcentuales más que el año anterior, y la femenina en un 26,64%, 5,5 puntos más, siendo ambas las tasas de paro más altas de toda España.

Por otro lado, el descenso de la ocupación afectó prácticamente a los hombres en Andalucía: mientras 3.300 mujeres dejaron de estar ocupadas, los varones perdieron 163.200 empleos. Además, la crisis ha acelerado la incorporación de la mujer al mercado laboral, aumentando la tasa de actividad femenina del 45,7% en 2007 al 48,28% en 2008; mientras la masculina se ha estancado entorno al 68%. Así, más del doble de mujeres que de hombres se incorporaron al mercado en busca de un trabajo: 108.000 frente a 51.800 varones.

¿Qué conclusiones podemos extraer a la luz de estos datos? Si bien es complejo, no parece aventurado afirmar que las mujeres se están convirtiendo en un motor imprescindible para el mercado laboral y para el desarrollo económico en Andalucía durante la crisis. En la actualidad, ellas están captando la mayoría de los puestos de trabajo que se crean y, por el contrario, ellos se convierten en las principales víctimas de los despidos y Expedientes de Regulación de Empleo. Tal circunstancia puede deberse también a que el trance económico ha golpeado con fuerza a la industria de la fabricación y de la construcción, sectores que emplean mayoritariamente a hombres, mientras que ellas acostumbran a ocupar áreas de actividad que están saliendo más airosas de la crisis (enseñanza, sanidad, etc.).