Voy a colar en este artículo el último fenomeno que ha puesto internet ‘patasarriba', la aparición de Twitter.

Twitter es un nuevo software social de la web 2.0, con Twitter podemos enviar pequeñas lineas de texto (hasta 140 caracteres como los sms) desde la propia web, móvil, o nuestro cliente de chat (messenger, gtalk o jabber). La filosofia de Twitter es la de enviar a nuestra red de contactos qué llevas entre manos en ese momento, dónde te encuentras o simplemente qué estás pensando y de forma recíproca saber que está haciendo nuestra red. Podemos enviar esos mensajes desde cualquier lugar con cobertura (movil, internet). Pero no estamos hablando de mensajería instantánea al uso, con Twitter no chateamos con nuestros contactos, ni posteamos como en un blog, sino que enviamos pequeños mensajes a nuestra red social al estilo de los estados de messenger: "me acabo de levantar" o "reunido con la junta". De forma gráfica: en nuestro móvil tenemos un grupo de contactos, a ese grupo de contactos enviamos sms contando lo que estamos haciendo en ese momento, pero el total de esos sms no es más que el equivalente a uno de esos carteles que se cuelgan en las puertas de los establecimientos: "he salido ha comer" o "cerrado por defunción".

¿Qué aporta de nuevo twitter a lo que ya conociamos en la red 2.0? Nada, y eso hace el fenómeno todavia más interesante. Twitter podria ser orkut, podria ser digg, y podría ser cualquier otro proyecto social, entonces por qué twitter ha llegado al tipping point:

* Porque es fácil de usar. Fácil de usar, verdaderamente fácil de usar.

* Porque ha entendido la filosofía móvil, entiende que los móviles, en el futuro, serán dispositivos de transferencia de datos de todas las índoles. Desde una foto que muestre lo que tú ves en ese momento hasta un comentario en el que intentes poner de manifiesto tu estado de ánimo.

* Porque Twitter lleva la red social a tu móvil, y no simplemente a un ordenador o persona individual.

* Porque ya no es necesaria la retroalimentación para saber de algún contacto.

En lugar del clásico pregunta-respuesta, lo que tenemos es sólo una consulta, echas un vistazo a Twitter y sabes en qué está ocupados los miembros de tu grupo trabajo, …

La filosofía Twitter se inscribe en los cánones del nuevo periodismo (por poner un ejemplo), del nuevo acceso a la información sin los filtros del profesional mediático. Pretende ser un soplo de aire fresco en los enquilosados esquemas de la comunicación en red. Formaría parte de la nueva escuela de aplicaciones 2.0 entre las que destacan: Delicious (en el que enviamos a nuestra red social las páginas que visitamos) o Bloglines (en la que lo que compartimos es lo que leemos).

Encontrándonos como nos encontramos sumergidos en la llamada cultura de la información, el fenómeno twitter puede no ser más que una vuelta de tuerca a los presupuestos del acceso a la máxima información posible. Y si bien sus virtudes son precisamente éstas (información inmediata, …) también son estas sus taras, todo esto es lo que podemos alegar en su contra, después de todo cualquiera podría pensar que es innecesaria tanta información. Estamos entrando a pasos agigantados en el terreno de las antiutopías, en los oscuros pantanos que trasegaron Huxley y Orwell, el hombre atado a una máquina, con toda la información que brota de su red neurológica volcada en los chips y circuitos de 300 gramos de metal y plástico. Por todos lados suenan voces que señalan que nuestros hijos pasan demasiado tiempo frente a pantallas, de móvil, de ordenador, i-pod's y demás. Y sin duda, serán las nuevas generaciones las que más jugo saquen a esta propuesta, lo que desde luego no descalifica su utilización por todo el mundo.

Los tiempos cambian y con ellos los contenidos y las formas, queda al libre albedrío (y a las aspiraciones) de cada uno quedarse con lo que tiene o intentar conocer de qué trata el futuro.