Se cierra 2006 y con él cumplimos todos los buenos deseos que vaticinamos hace doce meses: zénit de los blogs, inversiones en internet, redes sociales y multimedia por un Tube. La salud de la red no podia ser mejor para el nuevo año. Empujada por el capital riesgo en Europa y EEUU ¿para cuándo en España los bancos se fijarán en el capital riesgo o el Estado aflojará la presión fiscal sobre las starts up tecnológicas? Aunque el marco económico español sigue sin ser propicio en comparación -cómo no- con nuestros vecinos de habla inglesa, la sociedad española esta adoptando de forma natural y a un ritmo acelerado una tecnificación propia de países de primer orden mundial ¿alguien se acuerda de las subvenciones para el ganado ovino teniendo televisiones de plasma?
La popularización de las redes P2P (películas, música, videos), la capacidad de los dispositivos móviles y el abaratamiento de la conectividad, propicia que ciudadan@s de la piel de toro bajen contenidos de la red, los graben al móvil, y los reenvien a su red de contactos: baja, graba y comparte. La red ha dado este año un paso de gigante hacia nuestros hogares, en los dispositivos móviles, en la vida politica, medios de comunicación, relaciones humanas, la música o la imagen. Blogs, videos, música… miles de terabytes de información que fluyen con libertad entre internet-televisión-sociedad-internet borrando las líneas de procedencia o destino de la información.
Arriba en los despachos, y sin el miedo a repetir la burbuja puntocom, los nuevos negocios de la red están avalados por la teoria económica de la larga cola http://en.wikipedia.org/wiki/Long_tail , internet ya es un mercado rentable para las empresas que han sabido entender los nuevos aires y han hecho los deberes: estándares, codigo abierto, participación del usuario y multimedia. El cambio ya se ha producido, aquellos proyectos, personas o empresas que siguen sin ver el rumbo de la web.
Esta irremediable internetización del mundo (global) que nos rodea está provocando que la brecha digital (http://es.wikipedia.org/wiki/Brecha_digital), la diferencia entre aquellas zonas o comunidades que acceden a internet y las que no sea un número mayor cada día. Si bien el acceso a la red esta democratizado en todo el territorio, la cultura internet, la popularización de términos como buscador, navegador o web, y el criterio necesario para utilizar la red de forma segura y de una manera natural, será la asignatura pendiente de las instituciones en el nuevo ejercicio. La alfabetización de las capas menos tecnólogicas de la sociedad les proporciona un criterio para tomar acciones en la red, lo que repercutiría directamente en el descenso del fraude (phising, spam) o el saneamiento de la red aumentando la eficacia en la detección de redes de pornografía, y abriría de una vez por todas el acceso a la cultura (contenido) libre a toda la población cada vez más descontenta con la caja tonta y ávida de contenidos de calidad.
Durante 2006 han sido muchos los eventos, conferencias y demás reuniones celebradas a lo largo del país proclamando las ventajas de la nueva red y su protagonismo en el día a día (www.eventoblog.com celebrado en Sevilla es un ejemplo). Educativas y bien intencionadas, estas iniciativas se oscurecen por su carácter gregario y corporativista que les otorga el rodearse de una cohorte de patrocinios públicos, privados, políticos y sociales (según el caso y el lugar) para exigir su hueco. Esta pose de cara a los medios de comunicación no llega más allá de algún despacho donde vender la moto, olvidando el sustrato y sustento social sobre el que se mueve su modelo de negocio: los usuarios. Pero la empresa privada está haciendo lo mejor que sabe hacer: dinero, y eso esperamos todos que siga haciendo, el Estado es quien debe separarse del coleguismo y abandonar la charlatanería de mercado para trabajar por un estado del bienestar tecnológico. Entender las bases de la red es fundamental, la red no es un oligopolio, y la conversión hacia la tecnocracia se debe hacer desde los aspectos legales (propiedad intelectual, servicios de la información) y afrontar las nuevas necesidades, problemas y requisitos de ciudadan@s digitales.
Nuestros dirigentes deben adelantarse, entender el siguiente paso y saltar la brecha digital mientras esta sea pequeña, la preparación de un marco social, jurídico, legal y económico donde la ciudadanía pueda prolongar su identidad de una forma vital, coherente, y propia del siglo XXI es fundamental para la posición de España en la autopista de la información.
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