Iniciamos en Andalucía la XI legislatura en la que desde ASAJA continuaremos enarbolando sin complejos la bandera del campo y del sector agrario andaluz. Un sector que necesita, más que nunca, de una estrategia clara y consensuada y un respaldo presupuestario fuerte, acorde con su importancia y su papel clave en el tejido económico, social y territorial de Andalucía, región eminentemente agraria en la que de esta actividad, que genera más de 280.000 empleos y garantiza la buena gestión del territorio, se ocupan más de la mitad de los municipios.

Por ello, desde ASAJA-Andalucía demandamos el apoyo firme, expreso y decidido del nuevo Parlamento y del nuevo Gobierno al sector agrario andaluz y exponemos en estas páginas las principales medidas que, a juicio de ASAJA, deben desarrollarse. ASAJA demanda que se dote de protección a los agricultores y ganaderos -el eslabón más débil de la cadena alimentaria- con medidas eficaces de gestión de los mercados, un marco europeo transparente sobre competencia y cadena alimentaria.

En lo que respecta a la reforma de la PAC, ASAJA recuerda que Andalucía cuenta ya con una declaración institucional y demanda que el nuevo Gobierno defienda una PAC fuerte, común, sin recortes y con ayudas directas basadas en derechos y regiones, que son las que permiten una mejor adaptación a las características del territorio, y que abogue además por una verdadera simplificación administrativa. Se necesita una estrategia de defensa eficaz frente a terceros, única vía para evitar atropellos como el sufrido por la aceituna negra.

En cuestiones de sanidad vegetal, ASAJA sostiene que deben prevalecer los criterios técnicos y científicos sobre la demagogia y exige una política activa en defensa de los fitosanitarios. Con respecto a la investigación y a la innovación, ASAJA apuesta por la biotecnología agraria (el Estatuto de Autonomía insta a desarrollarla) y sostiene que la transferencia debe ser un requisito imprescindible para la financiación de proyectos. La gestión del PDR-A debe dar un giro radical: aprobar ayudas que favorezcan el relevo generacional, la modernización de explotaciones o las medidas agroambientales no es suficiente, deben adaptarse a nuestras explotaciones, equipararse a las que se conceden en otras CC. AA. y gestionarse, resolverse y pagarse con agilidad. Las infraestructuras básicas de apoyo al tejido productivo agrario (red viaria, electrificación, banda ancha) son vitales para la gestión diaria de las explotaciones. Es necesario un compromiso firme con el apoyo a los jóvenes y, paralelamente, debe fomentarse la incorporación de las mujeres.

Respecto a los seguros agrarios, es necesario recuperar el nivel de apoyo autonómico y equipararlo al que se ofrece en otras CC. AA. En lo que afecta a la ganadería, la dehesa y el monte mediterráneo, se hace necesario buscar soluciones a la complejidad administrativa, la sanidad animal y la crisis de precios.

Respecto a la gestión del agua, ASAJA demanda una política hidráulica que dé estabilidad y cohesión, evite el “uso partidista” y acometa la modernización, el incremento de superficie y capacidad y la reducción de los costes energéticos. Las limitaciones y restricciones ambientales no deben asfixiar a la sostenibilidad social y económica de los territorios. Las normativas sectoriales y las de la propia PAC convierten en innecesarias nuevas figuras de protección y/o limitaciones adicionales.

Y por último, en materia fiscal, ASAJA-Andalucía insta a eliminar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para corregir aquellos aspectos que dificultan el relevo generacional. Solo así será posible desarrollar una actividad agraria dinámica, innovadora y emprendedora para garantizar una agricultura sostenible, que genere empleo y riqueza, mantenga los más altos niveles de seguridad alimentaria, respeto medioambiental y bienestar animal.

 

Ricardo Serra Arias Ricardo Serra

Presidente de ASAJA-Andalucía

 

 

Artículo incluido en el número de enero de la revista Agenda de la Empresa