El beneficio neto de Telefónica entre enero y diciembre ha ascendido a 3.331 millones de euros y crece un 6,4% interanual.

El resultado operativo antes de amortizaciones (OIBDA) asciende a 15.571 millones (-3,8% interanual) y crece un 3,5% en el ejercicio. Por su parte, los ingresos correspondientes se sitúan en 48.693 millones y crecen el 2,4% en términos orgánicos (-6,4% reportado).

El flujo de caja libre asciende a 4.904 millones (-0,9% interanual), si bien crece un 5,3% excluyendo pagos de espectro, hasta 5.578 millones. El flujo de caja operativo (OIBDA-CapEx) asciende a 7.453 millones en 2018 y se reduce un 0,5% interanual. En términos orgánicos aumenta un 8% en el ejercicio.

La deuda neta financiera a diciembre 2018 (41.785 millones) se reduce en 2.445 millones frente al cierre de 2017, fundamentalmente por la generación de caja libre (4.904 millones), las desinversiones financieras netas (392 millones), y otros factores por importe neto de 532 millones.

En sentido contrario, incrementan la deuda la retribución al accionista (2.608 millones, incluyendo la sustitución de instrumentos de capital y el pago de sus cupones) y los compromisos de origen laboral (775 millones).

Incluyendo eventos posteriores al cierre de 2018, como las desinversiones de las operaciones en Telefónica Centroamérica y la venta de Antares, la deuda neta se reduciría adicionalmente en aproximadamente 1.400 millones. La deuda, que cae por séptimo trimestre consecutivo, se reduce 851 millones en el periodo octubre-diciembre.

“Si tuviera que definir este año 2018 lo definiría como el año del paso del ecuador en la transformación de Telefónica. Hoy puedo asegurarles que Telefónica está más cerca de la compañía que queremos ser que de la compañía que fuimos”, ha señalado José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica.

Además, ha explicado que “en el año 2018, hemos ganado relevancia con nuestros clientes, consiguiendo el mejor dato de la historia en satisfacción de cliente. Seguimos aumentando el peso de los ingresos de mayor crecimiento (banda ancha y servicios más allá de la conectividad) y continuamos invirtiendo en redes a la vanguardia de la tecnología. Todo esto a la vez que seguimos mejorando la posición financiera de la Compañía, con un sólido flujo de caja libre, creciente sin incluir el espectro, que nos ha permitido reducir la deuda por tercer año consecutivo. Y todo ello, a pesar del impacto negativo de la regulación”.