El beneficio neto de Rovi aumentó hasta los 17,9 millones de euros en 2018, una subida del 4% respecto a 2017. El beneficio neto “sin I+D”, calculado excluyendo los gastos de I+D en 2018 y 2017 y el impacto de los gastos no recurrentes en el pasado año, creció un 19%, desde los 45 millones en 2017 hasta alcanzar los 53,8 millones.

Asimismo, manteniendo en 2018 el mismo importe de gastos de I+D registrado en 2017 y excluyendo el impacto de los gastos no recurrentes en 2018, el beneficio neto habría aumentado un 36% hasta los 23,5 millones.

Por su parte, los gastos financieros disminuyeron un 30% y la partida de ingresos financieros también bajó un 83% en 2018, comparado con 2017.

El Ebitda disminuyó un 1% hasta los 29,5 millones, reflejando una disminución en el margen de 1,1 puntos porcentuales, hasta el 9,7%. El Ebitda “sin I+D”, calculado excluyendo los gastos de I+D en 2018 y 2017 y el impacto de los gastos no recurrentes en 2018, creció un 8%, hasta 63 millones, con una caída en el margen de 0,3 puntos porcentuales, hasta el 20,8%.

El EBIT disminuyó un 5%, hasta los 17,5 millones, reflejando un decrecimiento en el margen EBIT de 0,9 puntos porcentuales hasta el 5,8% en 2018 desde el 6,7% registrado en 2017. El EBIT “sin I+D”, calculado excluyendo los gastos de I+D en 2018 y 2017 y el impacto de los gastos no recurrentes en 2018, creció un 9%, desde 46,7 millones en 2017 hasta 51 millones en 2018, reflejando una disminución en el margen EBIT de 0,1 puntos porcentuales hasta el 16,8% en 2018.

El 25% para dividendos

El Consejo de Administración ha acordado proponer a la Junta General que el resultado positivo del ejercicio 2018 se destine, por una parte, a la partida de reservas del balance de la Sociedad y, por otra, a la distribución de un dividendo de 0,0798 euros por acción con derecho a percibirlo, lo que supondría el reparto de, aproximadamente, el 25% del beneficio neto consolidado del año 2018 (frente al 35% del beneficio neto consolidado repartido como dividendo en los últimos años por ROVI).