Agenda de la Empresa: ¿Cómo definiría la labor de PeopleMatters? ¿Cuál es el perfil de vuestros clientes?
Alfonso Jiménez: PeopleMatters es una consultora de capital humano que lleva en el mercado desde el año 2003 y que está conformada por profesionales que tienen mucha experiencia en el sector de la consultoría de recursos humanos, incluso muchos además con experiencia internacional. En cuanto al perfil de nuestros clientes, mayoritariamente son grandes compañías privadas, trabajamos poco para el sector público.
A.E.: ¿Cómo se valora al sector de los Recursos Humanos desde una consultora?
A.J.: El área de recursos humanos, de gestión de personas, es un área tremendamente débil en el caso del mercado español. Es un área en el que hay poca demanda de servicios y es un área que tiene una oferta muy desestructurada. El sector de la consultoría de capital humano es la única área de las consultorías que no ha madurado, que no se ha consolidado, especialmente en España. Un dato que así lo evidencia es que del total de la inversión de consultoría en el mundo se dedica a las de recursos humanos un 21-22%, en España este porcentaje no llega ni al 5%. Por el lado de la demanda todavía no se considera de una manera significativa que las personas son el activo más importante de una empresa. España es el país número 13 en términos de PIB y sin embargo en términos de competitividad somos el país 36; hay que tener en cuenta que la competitividad es el PIB del futuro. ¿Qué pasa? Los expertos que valoran la competitividad de los países analizan diversos factores destacando el hecho de que todos los países que estamos más penalizados en este sentido se achaca a temas relacionados con las personas y que se resume en tres aspectos. De un lado, el sistema educativo, basado en criterios de igualdad y no en criterios de mérito, lo que hace que no se premie a los mejores, hace que la empresa no esté presente en el sistema educativo, hace que la gente no haga prácticas en empresas hasta que termina, y genera además un importante fracaso escolar y universitario de tal modo que el 65% de los jóvenes no tienen una titulación que les habilite para el mercado de trabajo. El segundo factor por el que se nos penaliza es por la regulación del mercado de trabajo, excesivamente paternalista y que premia a la gente que tiene peor desarrollo. Y en tercer lugar, la propia gestión de las personas en las empresas que parte del desconocimiento por parte de los directivos de la compañía y aunque se está evolucionando mucho en este sentido, queda muchísimo por hacer. La suma de estos tres factores produce un país con unos mimbres complicados para competir cuando el mundo apunta además que las personas son un elemento diferencial, primero porque vamos a una economía de intangibles (marca-talento), segundo vamos una economía de servicios más que de productos, y en tercer lugar porque la innovación quien las realiza son las personas.
AE.: ¿Qué diferencia al sector de los Recursos Humanos en Andalucía con el del resto de España?
A.J.: La principal diferencia es el entramado de empresas que son fundamentalmente pymes. Hay pocas empresas grandes instaladas en Andalucía, y la realidad es que estos mensajes sobre la importancia de la gestión de las personas calan más en las grandes compañías. Aquí en Andalucía no existen esas grandes empresas que lideren estilos de gestión de las cuales pequeñas empresas se puedan copiar. No tiene sentido que una comunidad autónoma con el tamaño y población que tiene Andalucía tenga un PIB mucho más bajo que el que en realidad le corresponde por tamaño y población. La competitividad en la empresa andaluza es muy baja. Por el contrario hay elementos muy positivos como por ejemplo que es la región que más alumnos internacionales recibe y exporta, lo que es magnífico porque prepara para una dimensión global e internacional. Esto es una realidad que tendríamos que aprovechar mejor, por ejemplo exportando talento en estos momentos. Además hay otros signos de esperanza como el hecho de que la existencia en la Comunidad de iniciativas como la del Club Málaga Valley e-27, una iniciativa de un destacado grupo de presidentes de relevantes compañías del sector de la sociedad de la información y de algunos de sus líderes más destacados.
A.E.: ¿Cuáles son las principales preocupaciones de las empresas en materia de gestión de personas en estos momentos?
A.J.: La principal preocupación es la de ajustar los equipos a las necesidades de venta, de producción… En estos momentos en las empresas se están produciendo cuatro grandes problemas y todos ellos tienen algo que ver con las personas. El primero es la reducción de los ingresos, cuesta mucho más que compren tus productos. Al reducirse los ingresos se producen dos alternativas, o ajustas gastos o das pérdidas. El ajuste de gastos en una economía de servicios tiene mucho que ver con los equipos humanos porque para reducir gastos con los equipos humanos tienes dos opciones, o bajas salario o bajas plantilla. El segundo problema es la reducción de márgenes, lo que hace que cada vez sea menos atractiva la inversión en nuestro país, lo que genera además mucha presión hacia los costes y por lo tanto hacia los costes de personas que al fin y al cabo son los costes más importantes de una empresa hoy en día ya que los costes de personal ocupan entre el 60 y el 90% del total del coste de una empresa. El tercer elemento es el aplazamiento de los pagos que está generando problemas de liquidez. Y por último, el cuarto, que es el gran problema de las empresas, la financiación. Todo unido genera mucha presión hacia la gestión de personas. Otra de las preocupaciones que también habría que destacar está relacionada con los salarios, con la compensación. Las políticas de compensación se han movilizado hacia modelos más flexibles donde ya lo que se pretende es que tengas la opción de ganar más en función del performance comercial por ejemplo.
A.E.: Nos gustaría conocer su valoración personal como conocedor del sector sobre la última reforma laboral…
A.J.: Uno de los problemas de nuestro país, dicho por expertos internacionales, es el marco jurídico laboral. Sin ser un experto en términos de legislación laboral y sin haber tenido oportunidad todavía de realizar un análisis detallado de dicha reforma, todo apunta a que va en la línea de lo que se necesita. En la definición del marco jurídico laboral hay dos extremos. Un extremo en el que no hay ningún tipo de protección al trabajador y otro en el que hay una hiperprotección al mismo. España no puede estar en ninguno de los dos extremos, en un caso por competitividad y en otro porque no tendría sentido en una economía europea. Tenemos que tener un marco jurídico laboral bastante próximo al que nos corresponde por el lugar geoestratégico en el que nos encontramos, tenemos que buscar un equilibrio entre flexibilidad y protección al trabajador y creo que esta reforma nos aproxima más a ese equilibrio.
A.E.: En los últimos tiempos se ha comentado mucho el fenómeno de la fuga de talentos en nuestro país. ¿Qué opina sobre este fenómeno? ¿Cree que nos puede llegar a perjudicar en el futuro?
A.J.: En mi opinión es estupendo que el talento fluya hacia fuera, si aquí no hay trabajo, antes de estar parado es mejor salir fuera porque por lo menos estás preparándote y desarrollando competencias en un entorno internacional. Dicho esto, decir que la fuga de talentos no significa que no se trabaje en empresas españolas ya que muchas compañías de nuestro país están contratando a muchísimos jóvenes españoles para mandarlos a otros mercados. En este punto destacar que en la actualidad hay dos colectivos que lo tienen más fácil ya que son muy apreciados y valorados en el mercado internacional del trabajo. Uno es el de la ingeniería española y el otro, los relacionados con las especialidades biomédicas. Tenemos que conseguir que haya más titulaciones competitivas como éstas por parte de nuestros universitarios porque además no creo que el día de mañana esto nos pueda pasar factura porque a ese joven o a muchos de esos jóvenes cuando les surjan les oportunidades en España, que las va a haber porque van a empezar a jubilarse en España las grandes hordas de los llamados ‘baby boomers’, van a querer volver siempre y cuando esa vueta, como es obvio, no tenga un coste muy alto y prefieran quedarse fuera más años.
A.E.: Este mes ha presentado en Sevilla, concretamente en la sede EOI Andalucía, su última obra ‘Gestión del Talento y Competitividad’ de la editorial Almuzara. ¿Qué podemos encontrar en ella?
A.J.: Se trata de un libro que va dirigido a empresarios, directivos y más concretamente a los directivos responsables de la gestión de personas de las empresas. Se trata de hacer reflexionar a directivos y empresarios, de decirles por qué el talento y las personas son importantes en las empresas, de enseñarles a construir una estrategia competitiva de gestión de personas, un área que muchas veces las empresas no hacen. Hablamos de los procesos de gestión de personas haciendo mucho hincapié en los procesos de retribución porque son los que ahora mismo más afectan a las compañías. Esta previsto que el libro tenga una segunda parte que saldrá publicada en el mes de julio y en la que se hablará de otros temas como la importancia de disponer de estructuras directivas de gran calidad, el cómo crear reputación de marca en los mercados de trabajo, de la diversidad en la empresa española en términos de género, origen, edad,…
Isabel García